Las especulaciones sobre qué pasará el próximo 10 de enero si el presidente de la República, Hugo Chávez, no puede asumir su mandato, sobre supuestas divisiones en el chavismo o alrededor de un eventual gobierno de transición calientan el debate en Venezuela, pero no cambian el horizonte de unas elecciones.
El Gobierno ha informado en las últimas horas de que Chávez tiene una infección pulmonar severa y una insuficiencia respiratoria, pero sigue sin brindar información sobre su situación general y el pronóstico tras la cuarta operación de un cáncer que le fue diagnosticado hace año y medio.
La posibilidad cada vez más cierta de que el hombre que gobierna Venezuela desde 1999 no esté el 10 de enero en la asunción presidencial ha atizado las especulaciones sobre si se tratará de una ausencia temporal o permanente y por tanto de la vía que se debe seguir para la constitución del Gobierno.
Analistas consultados por Efe subrayan que esta situación genera incertidumbres, pero también que en el medio plazo nada cambia y que de una u otra manera si Chávez no continúa, se irá a elecciones. La constitución establece que si el presidente electo está ausente el 10 de enero, el titular de la Asamblea Nacional asuma el poder hasta la convocatoria de elecciones en 30 días.
Sin embargo, desde el chavismo se ha manejado la hipótesis de declarar una ausencia temporal de Chávez que permitiría dilatar la fecha de asunción hasta que se recupere, e incluso ha habido voces que han sugerido que sería innecesario ese acto, ya que el mandatario es un jefe de Estado reelecto y por tanto ya ha asumido con anterioridad.
Sea como fuere, si el presidente muere en los primeros cuatro años de los seis que tiene de mandato habrá que llamar a elecciones.
Para el presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, el chavismo decidirá lo que va a suceder el 10 de enero más allá de lo que establezca el texto literal de la ley. «En Venezuela hace mucho tiempo que ya no es importante tener la razón sino conseguir quién te la de», afirmó, al recordar que desde 2003 el Tribunal Supremo no emite una sentencia contra el Ejecutivo.
León consideró que el Gobierno tratará de mantener al frente y como sea al vicepresidente Nicolás Maduro, porque es «su mayor activo» político y ya fue «endosado» del poder en representación del chavismo por el propio Chávez, quien antes de partir a La Habana lo ungió como su sucesor político.
En su opinión, las divisiones en el seno del chavismo y las supuestas pugnas por el poder entre Maduro y el presidente de la Asamblea, Diosdado Cabello, son un elemento «absolutamente secundario» y «no hay ninguna forma de que ese testamento no se ejecute» y Maduro no sea el candidato del chavismo.
«La gran duda es qué mecanismo van a usar para garantizar que Maduro se quede en el poder», indicó, al señalar que si el chavismo quiere una elección rápida, podría haber una «juramentación en privado» de Chávez, con renuncia posterior. «Si quieren tiempo pueden decretar una ausencia temporal y demorarse», agregó.
Cabello y Maduro aparecieron juntos en la víspera y aseguraron que horas antes habían prometido unidad a Chávez en La Habana, tratando de poner fin a la polémica sobre las supuestas diferencias internas.
Para el periodista Vladimir Villegas, diputado constituyente y exviceministro de Chávez, la presentación conjunta de Cabello y Maduro a su regreso de La Habana era «una señal necesaria» para transmitir un mensaje de unidad.
Villegas dijo a Efe que lo más lógico para el chavismo sería tratar de cumplir con el proceso constitucional de llamar a elecciones lo antes posible, ya que para la oposición «no es fácil» encarar un nuevo proceso electoral tras su sonora derrota en las regionales de diciembre y la pérdida de las presidenciales.
«La oposición no tiene posibilidades en unas elecciones en el primer trimestre o primer semestre», dijo, aunque esa posibilidad no parece para nada cerrada.
EFE