Al menos ocho personas han resultado heridas en los dos nuevos terremotos, de magnitud 6,4 y 5,8, que han sacudido hoy el sureste de Turquía, derribando algunos edificios y causando el pánico entre los supervivientes de los fuertes seísmos de hace dos semanas, que han causado al menos 41.000 muertes.
El principal temblor se produjo sobre las 17:04 GMT en el distrito de Defne, al sur de la ciudad de Antioquía, en la provincia de Hatay, según anunció AFAD, la agencia turca de gestión de emergencias, y el otro tres minutos más tarde.
La inicial alerta de tsunami, debido a la cercanía del epicentro a la costa mediterránea, fue anulada poco después por las autoridades.
El vicepresidente de Turquía, Fuat Oktay, señaló que hay ocho personas han sido hospitalizadas con heridas y advirtió a la población de que no entre en los edificios.
Refik Eryilmaz, alcalde de Samandag, la cercana población costera donde se produjo el segundo sismo de hoy, de magnitud 5,8, aseguró a la emisora NTV que varios edificios habían colapsado y que no se sabe si había gente en su interior.
También dijo que es posible que algunos vecinos se hubieran refugiado del intenso frío en los restos de las construcciones dañadas en los terremotos de hace dos semanas, y reclamó desesperadamente el envío de tiendas de campaña para alojar a la población.
Tanto Antioquía como Samandag han quedado a oscuras, lo que dificulta determinar si hay gente atrapada en los edificios que han colapsado ahora.
«Hay edificios derrumbados. La gente está horrorizada. No había gente en los edificios derrumbados. Veo edificios derrumbados pero creo que no había gente dentro», declaró a la emisora HalkTV el presidente del Colegio de Arquitectos de Hatay, Mustafa Özçelik.
Suzan Sahin, una diputada por Hatay del partido CHP, comentó a la emisora HalkTV, que nueve edificios han colapsado y que seguro que hay fallecidos, aunque no pudo precisar cuántos.
Ahmet Övgün Ercan, un prestigioso geofísico de la Universidad Técnica de Estambul, manifestó a la emisora HalkTV que este sismo, al que calculó una duración de 17 segundos, es un fenómeno normal y anticipó que algunos edificios ya dañados se habrán desplomado.
Lütfü Savas, alcalde de Antioquía, cuyo centro urbano dista una decena de kilómetros del epicentro, aseveró que varios edificios se han desplomado con personas en su interior.
Desde el sismo del pasado día 6, ninguno de los edificios en Antioquía es aún habitable, pero hay equipos de trabajo de desescombro que pueden haber sido atrapados por algún desplome.
Además, muchos supervivientes tienen el hábito de reunirse alrededor de fogatas ante los edificios derrumbados para ayudar en la identificación de cadáveres, y pueden estar en riesgo si se desploma algún edificio vecino que aún quede en pie.
«Era terrible, nos han caído encima ventanas rotas. Todo el mundo ha salido de las tiendas con pánico. Con la oscuridad no se puede ver todavía qué ha pasado», dijo a EFE por teléfono Ugur Sahin, un reportero del diario BirGün.
AFAD ha informado además de que se han producido varias réplicas de magnitud 4.
La provincia de Hatay, donde se han producido los nuevos seísmos, es una de las once que hace dos semanas quedaron devastadas por los terremotos de magnitud 7,7 y 7,6 que demolieron miles de edificios, causando la muerte de al menos 41.000 personas y heridas a más de 105.000.
Con las tareas de búsqueda de supervivientes casi concluidas, se teme que aún pueda haber decenas de miles de cuerpos entre los escombros.