«Las réplicas son suficientemente importantes como parar lograr vencer la resistencia de cualquier persona y suponer que son de verdad», señaló alcalde capitalino Miguel Angel Mancera
MEXICO. Autoridades destruyeron en la ciudad de México 7.000 pistolas y fusiles de juguete que por la manera en que fueron fabricados asemejan armas reales, en una acción que dijeron busca no sólo fomentar una cultura de legalidad, sino prevenir la comisión de delitos.
El alcalde capitalino Miguel Angel Mancera dijo el viernes en el acto de destrucción que al menos tres de cada 10 delitos violentos en la ciudad de México se cometen con juguetes réplicas de armas.
«(Las) armas réplicas… son suficientemente importantes como parar lograr vencer la resistencia de cualquier persona y suponer que son de verdad», señaló.
Las armas de juguete destruidas fueron decomisadas en establecimientos comerciales de la capital y el vecino Estado de México como parte de un operativo permanente.
En México hay una norma que regula la elaboración y comercio de juguetes similares a armas de fuego real y la cual establece limitantes como que deban ser de plástico transparente o de colores fluorescentes.
Está prohibido, por ejemplo, que se utilicen colores plata, gris, negro o cualquier otro utilizado en las armas reales. El tamaño también debe ser distinto para evitar confundirlas.
Las autoridades realizan operativos permanentes para decomisar juguetes réplica, aunque se llega a poner más atención en algunas fechas en las que la gente suele comprar juguetes.
La destrucción del viernes ocurrió dos días antes del Día de Reyes, cuando en México los niños reciben regalos de sus padres.
Las últimas estadísticas gubernamentales señalan que entre enero y noviembre del 2012 se denunciaron 165.192 delitos en la ciudad de México, incluidos 82.117 robos y 1.349 homicidios.
El gobierno de la ciudad de México patrocinó recientemente un programa para dar dinero, juguetes y computadoras a cambio de armas de fuego.
El plan inició en diciembre en Iztapalapa, una zona del oriente de la ciudad donde un mes antes un niño de 10 años murió cuando fue alcanzado por una bala perdida mientras veía una película en un cine comercial.
AP