En Venezuela existe un problema de alimentación que viene dado por la falta de financiamiento y la baja producción nacional, la cual no es suficiente para abastecer el consumo.
Fedeagro estima como perspectiva para este año, en el rubro maíz, que es el de mayor siembra en Venezuela, el levantamiento de la capacidad de insumos, es decir “una siembra de más de 300 mil hectáreas de maíz, porque el año pasado se sembraron 260 mil hectáreas”.
El presidente de Fedeagro, Celso Fantinel, afirmó, durante una entrevista exclusiva para El Universal, que “si hubiera mayor financiamiento, pudiéramos avanzar más rápido en el abastecimiento de este rubro, en especial de maíz blanco”.
Señaló que en 2022 se produjeron más de 700 mil toneladas de maíz blanco y el consumo actual es de al menos un millón de toneladas, sin embargo, “lo recomendado por los nutricionistas, lo que deben comer 30 millones de habitantes, es un consumo de millón y medio de toneladas, esto nos muestra que hay un problema de alimentación”, dijo.
En el caso del arroz, es un rubro que creció más de 70%. El año pasado había caído más de 80% el balance de arroz, con una producción de unas 430 mil toneladas, mientras el consumo está por el millón de toneladas. El consumo deseable de este rubro debería ser de un millón 300 mil toneladas.
En cuanto a la caña de azúcar, este será otro año consecutivo que va a crecer cerca de 20%, se podría llegar a tres millones 300 mil toneladas, esto va a dar como para algo más de 50% de consumo, pero el deseable está en 12 millones de toneladas.
Fantinel se refirió al frijol chino “en el cual estamos iniciando la cosecha, se sembraron 57 mil hectáreas de frijol, si lo comparamos con el año pasado fueron más de 80 mil hectáreas y se produjeron 80 mil toneladas, y aún estamos tratando de exportar frijol del año pasado. Cabe destacar que el 95% del frijol es para exportación, al igual que el ajonjolí, este ha crecido porque tiene buena comercialización y buen precio”.
Por otra parte están las hortalizas que, según Fantinel, la caída en su consumo es grave, “los precios a nivel de productor de campo son hasta cuatro veces lo que se consigue en los supermercados o en ferias a cielo abierto y prácticamente está quebrando a los productores. Se puede observar que los precios ni siquiera alcanzan para cubrir los costos de producción. Y esto se debe a la falta de poder adquisitivo”.
Problemas de contrabando
Según el líder agrario, en los rubros mencionados “tenemos serios problemas con el contrabando, pues sigue entrando contrabando desde Colombia de harina, de azúcar y de arroz”.
Para Fantinel, eso no es lo que necesita el sector primario porque “nos hace competencia en los anaqueles, son productos que vienen sin permiso sanitario, sin pagar ningún tipo de impuestos y eso hace mucho daño a los productores venezolanos”.
Acuerdo apresurado
A juicio del productor agropecuario, el Acuerdo Comercial Nº 28 con Colombia fue apresurado porque se había hablado de un acuerdo para “ganar- ganar” y no es así, “porque prácticamente se favorecen las importaciones de productos de Colombia hacia Venezuela, pero los nuestros tienen que pagar aranceles”.
Explicó que “en Venezuela tenemos un entorno de país muy complicado, inflacionario, con devaluaciones, y así no vamos a poder competir con Colombia”.
Estamos en desventaja en el sector primario vegetal, porque Venezuela no es competitiva, “nuestros costos de producción son muy altos, y en Colombia no tienen inflación como Venezuela, ellos tienen créditos, vías de comunicación, combustible y seguridad, lo que nos falta a nosotros”, dijo.
Explicó que cuando en Colombia tienen papa, cebolla o tomate de sobra, lo venden a Venezuela más barato para no perderlo y de allí viene el contrabando, “que ahora es contrabando porque entra al país sin permiso sanitario, pero cuando la Asamblea Nacional le dé el visto bueno a este convenio va a entrar legalmente, permiso fitosanitario, ojalá se respete ese canal, ojalá la harina, el arroz, el azúcar, el aceite y todos los productos que vengan desde el vecino país tengan permiso sanitario de ambos países”.
Ralentización del ciclo norte verano
Para Celso Fantinel la ralentización este año es consecuencia de la falta de recursos y la mala comercialización que tuvo el maíz el año pasado.
El representante de Fedeagro explicó que, por ejemplo, “el frijol chino se sembró este año 30% menos que el año pasado, eso ha pasado por falta de dinero. El productor vendió el maíz, lo cobró en un precio muy por debajo de lo estimado; así, este productor, cómo podrá arreglar el tractor, cómo paga a los obreros, cómo compra la semilla, etc”.
Así que por más esfuerzo que se haga se va ralentizando, porque se va sembrando cuando se puede, fuera de época, por ejemplo, el arroz de norte verano “tiene un plomo en el ala”, porque no se sembró al 30 de enero, cuando cerró el ciclo, sino que los productores siguieron sembrando hasta febrero, eso afecta ese arroz y corta su rendimiento.
El ciclo biológico de los vegetales no espera
El presidente de Fedeagro informó que, en materia de financiamiento, hay una cartera productiva para maíz y arroz, sin embargo, señaló que el Gobierno tiene un esquema de postulaciones que es un tema que se viene conversando con el Ministerio de Finanzas.
El representante de los productores agrícolas afirmó que el ciclo biológico de los vegetales no puede esperar que un comité de personas pueda aprobar o no un crédito, y considera que eso debería aprobarlo la banca.
Cuando se reúne el comité de postulaciones, se le da la autorización a la banca para aprobar un crédito a una asociación o a un productor, “este esquema no lo entendemos porque además luego un 20% del dinero va para el Ministerio de Agricultura”.
Indicó que se trata de un crédito que se encarece hasta un 18% por el tema de devaluación porque son créditos indexados.
Fantinel explicó que si se pide un crédito de 100 bolívares, por ejemplo, el banco otorga solo Bs 80, porque Bs 20 van para el Ministerio, luego en la indexación se termina pagando alrededor de 118 bolívares, es decir 18% en seis meses, o 36% anual.
Para el líder agrario “es imposible que un campesino aguante un crédito de estos, porque no lo puede pagar. Eso lo puede aguantar un empresario grande”.
Considera que “es necesario que se empiecen a crear planes especiales dirigidos a los campesinos, porque se debe generar riqueza en los caseríos y en las aldeas. Y se debe apoyar a los empresarios que son los que producen la economía”, dijo.