La misión de paz de la Organización de Naciones Unidas en el Líbano (FINUL) aseguró hoy que tanto la nación de los cedros como Israel les han comunicado que «no quieren una guerra», después que las fuerzas israelíes atacasen de madrugada el país vecino en respuesta al previo lanzamiento de cohetes.
«Ambas partes han dicho que no quieren una guerra. Las acciones (llevadas a cabo) a lo largo del último día son peligrosas y suponen un riesgo de escalada seria», alertaron los Cascos Azules en un comunicado, al tiempo que instaron a los dos países a parar «todos» los ataques de forma inmediata.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaron de madrugada a la FINUL que responderían con artillería al lanzamiento de cohetes perpetrado ayer por la tarde desde una zona cercana a la ciudad de Tiro, en el sur del Líbano, una acción que el Estado judío atribuyó a milicias palestinas afincadas allí.
Según la nota, «inmediatamente» después de recibir el aviso de las FDI, integrantes de la misión de la ONU escucharon «fuertes explosiones» en las inmediaciones de Tiro.
Por su parte, un portavoz del Ejército israelí confirmó que «atacaron objetivos pertenecientes a la organización terrorista Hamás en el sur del Líbano» y advirtió de que no permitirán que el grupo palestino «opere desde el interior» de ese país.
Según la versión del Estado judío, alrededor de 36 proyectiles fueron lanzados este jueves contra su territorio, lo que supondría el ataque de mayor envergadura desde el Líbano desde la guerra librada en 2006 entre Israel y el grupo chií libanés Hizbulá.
Paralelamente, durante la madrugada, el Ejército de Israel continuó atacando con cazas y tanques objetivos de Hamás en la Franja de Gaza, desde donde fueron lanzados asimismo una serie de cohetes contra territorio israelí, en medio de una nueva escalada de tensión.