Autoridades de Argentina y Brasil abordaron en una reunión en Buenos Aires los «desafíos para reactivar» la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), organismo al que ambos países acaban de regresar, como «espacio estratégico determinante» de la región en el ámbito internacional.
Según informó este martes el Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina, la secretaria para América Latina y el Caribe de la Cancillería de Brasil, Gisela Padovan, mantuvo un encuentro con la jefa de Gabinete de la Cancillería argentina, Luciana Tito, para avanzar en la coordinación política binacional a partir del reciente anuncio de los presidentes Alberto Fernández y Luiz Inácio Lula da Silva de que sus países vuelvan a la Unasur.
Entre 2018 y 2020, diversos Estados latinoamericanos, entre ellos Argentina y Brasil, gobernados entonces por presidentes alineados más a la derecha, decidieron salir del bloque, fundado en 2008, al asegurar que estaba ideologizado, por lo que la Unasur, en la que solo permanecieron Guyana, Surinam, Bolivia, Venezuela y Perú, se sumergió en la decadencia.
En la reunión de Buenos Aires, Padovan entregó formalmente la Carta de Ratificación del Tratado Constitutivo de la Unasur promulgada la semana pasada por Lula, en la que el presidente brasileño, que asumió el poder en enero pasado, anunciaba oficialmente el retorno del país al bloque después de que en 2019 su antecesor, Jair Bolsonaro (2019-2023), decidiera su salida.
A la par, Argentina también oficializó su retorno al organismo después de que el Gobierno del liberal Mauricio Macri (2015-2019) optara en 2019 por abandonarlo.
Luciana Tito agradeció la remisión de la carta y consideró que el retorno de Argentina y Brasil a la Unasur refleja la «consideración prioritaria que ambos gobiernos le otorgan a la vinculación con la región y ratifica el compromiso con la consolidación de la integración de América del Sur mediante un proceso de construcción colectiva y fomento del diálogo».
En el encuentro, en el que se trataron también temas de agenda bilateral, se debatió sobre «asuntos operativos» vinculados al establecimiento de una nueva sede para la organización, y la agenda de vínculos con otras regiones del Sur Global, en especial en las iniciativas birregionales con países árabes y africanos.
Además, se habló sobre los principales ejes de cooperación en áreas como salud, defensa, tráfico transfronterizo e integración de cadenas productivas e infraestructura y se analizaron las ventajas y logros que ofrece la iniciativa Iirsa (Integración de la Infraestructura Regional Suramericana), «como foro privilegiado para la conectividad y el transporte» entre ambos países.