Desde inicios del mes de diciembre, varios supermercados de Guarenas presentan insuficiencia en algunos rubros alimenticios. Vecinos hacen maromas para conseguir los alimentos y «resuelven» abasteciéndose de más
«Vine buscando precisamente eso y terminé saliendo con otra cosa porque no lo encontré… Paso cada vez que puedo a ver si un día por fin la consigo, ando con ese trajín desde hace como un mes, cuando estoy cerca de un supermercado entro a ver y si hay me llevo las más que puedas, así tengo mi reserva para cuando se acabe otra vez».
Así se expresó Marisol Báez, al salir de una cadena de supermercados del Estado ubicada en sector El Samán de Guarenas, municipio Plaza del estado Miranda, donde ingresó para adquirir azúcar pero no la encontró, por lo terminó comprado artículos superfluos que no entraban dentro de sus necesidades principales.
Esta es una realidad que se vive en diversos establecimientos de alimentos de esta ciudad mirandina, tal como lo constató el diario La Voz en un recorrido que realizó este sábado, sin obtener resultados positivos en cuanto el abastecimiento de diferentes víveres de uso común en el menú de los hogares venezolanos, como lo son la margarina, el azúcar, el pollo y la harina de maíz precocida.
«Ni es los populares»
En los mercados populares estos productos también «brillan por su ausencia» pues los estantes que comúnmente despachan este tipo de artículos simplemente no se pusieron a falta de qué vender o porque se le agotó la mercancía rápidamente.
Tal es el caso del Mercado de El Samán, donde uno de los comerciantes comentó que los cinco kilos de azúcar que le quedaban se los llevaron «tempranito» , a pesar que estaban siendo ofrecidos a un notorio sobreprecio.
«Los que tenía lo vendí esta mañana apenas me instalé. Dos clientas frecuentes llegaron y se la llevaron bien felices, me dijeron que no tenían ni para el café y así anda un poco de gente. Los vendí a 12 bolívares cada uno», relató el informal que prefirió no revelar su identidad.
En el puesto de carnicería no ofrecen pollo hace dos semanas y no tienen respuesta de cuando les llegará. «En la distribuidora no sabe cuando tendrán, así que nosotros también estamos esperando», afirmaron los carniceros.
Compras nerviosas
Algunos consumidores afirmaron que cuando conocen de la existencia de un producto en algún supermercado, en un impulso nervioso, adquieren más de lo que necesitan previendo una nueva escasez, lo que contribuye a que se agote mucho más rápido si no existe un abastecimiento regular.
«Yo tengo dos meses que no compro ni mantequilla, azúcar y leche, porque los adquiero por pacas y sólo compro nuevamente cuando veo que queda poco en la reserva. Eso es lo que me he visto en la necesidad de hacer tras estar con los corre corre para conseguir algo… hasta que me dije: ya no más», describió Pedro Brito, al salir de una cadena de supermercados.
Anabel Barrios Díaz
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