Alrededor de mil personas se congregaron a las afueras del ayuntamiento de la capital norirlandesa para mostrar su rechazo a la decisión de reducir el número de días en que se ondeará la bandera británica
Un centenar de personas atacó ayer a agentes de la policía norirlandesa en Belfast por tercera jornada consecutiva en otro brote de disturbios callejeros con relación a la polémica sobre la bandera británica, informó la BBC.
El canal público reveló que docenas de «lealistas» (partidarios de la permanencia de la provincia en el Reino Unido) arrojaron ladrillos y bombas de humo contra agentes del cuerpo de policía de Irlanda del Norte (PSNI) en el este de la ciudad.
La policía respondió a esta nueva agresión con cañones de agua, según esta información.
Esta mañana, alrededor de mil personas se congregaron a las afueras del ayuntamiento de la capital norirlandesa para mostrar su rechazo a la decisión de reducir el número de días en que se ondeará la bandera británica.
Este nuevo enfrentamiento se suma a los altercados ocurridos los pasados jueves y viernes protagonizados por grupos de jóvenes protestantes que han llevado a cabo una campaña de manifestaciones desde el pasado 3 de diciembre que han terminado en violencia.
Entonces, por 29 votos a favor y 21 en contra los concejales aprobaron una moción del partido multiconfesional Alianza que permitirá que la bandera ondee solo en ciertos días del año, tal y como ocurre en otros edificios gubernamentales y en el castillo de Stormont, sede de la Asamblea autónoma.
Hasta ese momento, la llamada «Union Jack» lucía a diario en la fachada del Ayuntamiento, motivo por el que los concejales nacionalistas pidieron su retirada definitiva para crear «un ambiente de neutralidad en una ciudad dividida».
Un portavoz de la PSNI informó hoy de que nueve agentes resultaron heridos y 18 personas detenidas en el este de Belfast y en la localidad de Newtownabbey -al norte de la capital norirlandesa- a consecuencia de incidentes violentos ocurridos antenoche.
Alrededor de «300 personas», según la fuente, resultaron involucradas en esos altercados en las zonas de Castlereagh Street y Templemore Avenue, en la capital de Irlanda del Norte, y en la localidad de Newtownabbey, al norte de Belfast.
Según los medios locales, el viernes se registraron también tres amagos de secuestro de automóviles cerca de la zona de Beersbridge Road, en el este de Belfast, y se produjo otro intento de secuestro de un autobús en Neill’s Road, en Newtownabbey.
El ministro principal de Irlanda del Norte, Peter Robinson, ha tildado de «vergüenza» los actos violentos contra la policía y ha dicho que «cualquier unionista de bien querrá canalizar su energía en actividades políticas para tratar de encontrar soluciones políticas a los problemas a los que nos enfrentamos».
Hasta la fecha, casi 40 agentes policiales han resultado heridos, varios políticos han recibido amenazas de muerte y varios inmuebles y domicilios han sido dañados a consecuencia de los altercados.