El Salvador sufrió la noche del sábado su mayor tragedia deportiva con la muerte de 12 personas a consecuencia de una estampida en el estadio Cuscatlán, en San Salvador, y que ha dejado a unas 100 personas heridas. La Secretaría de Prensa del Gobierno salvadoreño confirmó la cifra de los fallecidos.
Los incidentes se produjeron cuando los aficionados intentaban ingresar a una de las zonas populares del estadio para presenciar un juego entre el Alianza y el Futbolistas Asociados Santanecos (FAS).
El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, aseguró en su cuenta de Twitter que “se realizará una investigación exhaustiva”. “La Policía y la Fiscalía realizarán una investigación exhaustiva de los hechos ocurridos en el Estadio Cuscatlán. Todos serán investigados: equipos, directivos, estadio, boletería, liga, federación, etc.”, publicó y agregó que “sean quienes sean los culpables, no quedarán en la impunidad”.
Entretanto, la Policía Nacional Civil de El Salvador (PNC) ha informado en su cuenta de Twitter de forma preliminar que la estampida se ha producido cuando un grupo de aficionados que se habían quedado fuera han intentado ingresar en el campo derribando una valla de seguridad de una de las puertas.
Los equipos de la Liga salvadoreña manifestaron sus condolencias desde sus redes sociales. “Hoy no existen los colores y por el bien del deporte que a todos nos apasiona, esperamos que esto no vuelva a suceder”, publicó el FAS, el equipo visitante del partido que finalmente se suspendió.