Richard Lissack, abogado del oficialismo, adujo que si Londres ya no reconoce a Guaidó, la doctrina de «Una sola voz» ya no impediría reconocer las sentencias anulatorias de su junta emitidas en 2019 por el Supremo de Venezuela. Pero el abogado de la junta ad hoc, Andrew Fulton, sostuvo que el dictamen de la jueza Sara Cockerill no se ve afectado en absoluto por los acontecimientos políticos en Venezuela e instó a los magistrados a ceñirse a la coyuntura que había cuando fue emitido
La Corte de Apelación de Londres declarará en las próximas semanas, tras dar este miércoles por concluido el recurso de la junta del Banco Central de Venezuela (BCV) designada por Nicolás Maduro a un fallo que otorgaba a la paralela nombrada por la oposición autoridad sobre el oro depositado en el Banco de Inglaterra.
Los tres jueces del tribunal londinense han señalado que comunicarán su decisión, en una fecha indeterminada, primero en privado a las partes, que hoy terminaron sus alegatos, un día antes de lo previsto.
La corte debe determinar si acepta o rechaza un dictamen emitido el 29 de julio por la jueza Sara Cockerill, de la división comercial del Tribunal Superior, que daba a la junta «ad hoc» del BCV nombrada por Juan Guaidó acceso a las reservas valoradas en más de 1.800 millones de dólares.
La junta del BCV de Maduro, presidida por Calixto Ortega -presente en la sala-, sostiene que Cockerill erró al concluir que no podía dar efecto con base en el derecho inglés a unas sentencias del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) venezolano que anulaban los nombramientos del entonces líder opositor a su junta.
La jueza constató que por la doctrina de «Una sola voz» -que conmina a la judicatura y el gobierno británicos a actuar unificados en política exterior- debía aceptar como actos soberanos esas designaciones de Guaidó, a quien desde febrero de 2019 el Ejecutivo del Reino Unido reconocía como presidente interino de Venezuela.
El abogado de la junta «ad hoc» de Guaidó, Andrew Fulton, rechazó este miércoles un argumento presentado el martes por el bando de Maduro, que pidió a la corte que, al analizar el fallo, tenga en cuenta que el gobierno británico dejó de reconocer a Guaidó el pasado enero, después de que fue destituido en diciembre de 2022 por los grupos de la oposición venezolana.
Richard Lissack, abogado del oficialismo, adujo que si Londres ya no reconoce a Guaidó, la doctrina de «Una sola voz» ya no impediría reconocer las sentencias anulatorias de su junta emitidas en 2019 por el Supremo de Venezuela.
Fulton sostuvo que el dictamen de Cockerill no se ve afectado en absoluto por los acontecimientos políticos en Venezuela e instó a los magistrados a ceñirse a la coyuntura que había cuando fue emitido.
En sus documentos presentados ante el tribunal, este abogado explica que al margen del cese de Guaidó, la junta «ad hoc» se mantiene y sigue queriendo representar al BCV en esta jurisdicción para reclamar el oro.
«Los miembros de la junta de Guaidó fueron designados por actos ejecutivos del entonces reconocido como presidente interino (…), y tales actos siguen siendo válidos (en Inglaterra) a menos y hasta que sean repudiados por un nuevo presidente o gobierno», afirma.
Fulton subraya que, aunque el Reino Unido ya no reconoce a Guaidó, tampoco acepta como presidente legítimo a Nicolás Maduro.
Cuando se publique el resultado de este recurso y con independencia de si es o no favorable, el bando de Maduro prevé presentar una nueva demanda ante la sala comercial para que decida quién puede acceder a las reservas ahora que Londres ya no reconoce a Guaidó, indicó a Efe una fuente del equipo legal.
Simultáneamente, la junta «ad hoc» del BCV reclama a la de Maduro que le abone costos legales (por un pleito que perdió) por unos 2 millones de libras (2,3 millones de euros), si bien los abogados del bando oficial alegan que ese dinero que invirtió la oposición no era suyo sino que pertenecía a Venezuela.