En predios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas del Tuy se supo que el infortunado respondía en vida al nombre de Carlos Enrique Herrera Ramírez, de 21 años de edad
Un sujeto, conocido con el apelativo de “Carlitos”, fue asesinado de dos impactos de escopeta en las regiones del cuello y tórax, en horas de la madrugada de ayer, cuando fue atacado por un sujeto en el sector Lomas de San Ignacio de Santa Lucía del Tuy, según se supo en predios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas de la región.
El infortunado respondía en vida al nombre de Carlos Enrique Herrera Ramírez de 21 años de edad, quien fue agredido cuando conversaba con unos amigos en la referida barriada luciteña. Al parecer el escopetero llegó a la zona y sin mediar palabra alguna le disparó al muchacho a quema ropa, para luego huir del sitio.
Sin signos vitales…
Pudimos conocer que Herrera Ramírez fue auxiliado por sus familiares y llevado al Centro de Diagnóstico Integral de la urbanización Macuto de Santa Lucía del Tuy donde ingresó sin signos vitales.
A este nosocomio se presentó una comisión del Eje contra Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas de los Valles del Tuy que procedió al levantamiento del cadáver e indagar lo ocurrido.
Una fuente policial dijo que este joven era investigado por la comisión de diversos delitos.
«Nadie sabe qué pasó»
Familiares de Carlos Enrique Herrera Ramírez (21), indicaron que éste desde hace dos meses laboraba como ayudante de cocina en un restaurante en la ciudad de Caracas. El mismo deja una mujer viuda y un hijo de crianza, huérfano.
“No sabemos qué pasó porque Carlos llegó de su trabajo como a las 9:00 de la noche del domingo, compartió un rato con su mamá y luego salió con unos amigos. Al rato nos enteramos que lo habían herido y cuando lo fuimos a auxiliar ya estaba agonizando”, dijo un doliente.
Refirieron que Herrera Ramírez había estado preso por el delito de lesiones personales “pero él, se estaba portando bien. Tenía tiempo regenerado y dedicado a su hogar”.
MIP-TUY / Jean Carlos Rodríguez
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