El emprendedor Guillermo Söhnlein, cofundador de OceanGate, la empresa que operaba los viajes a los restos del Titanic del sumergible siniestrado, rechazó hoy algunas críticas sobre la seguridad de la compañía al considerar que esas personas no disponen de «toda la información» para poder opinar.
En declaraciones a la emisora británica BBC Radio 4, Söhnlein, estadounidense de origen argentino, que dejó la empresa hace diez años aunque aún posee una participación minoritaria en ella, dijo que aquellos que comentan sobre asuntos relativos a las condiciones de seguridad del sumergible siniestrado Titán no están «totalmente informados».
Söhnlein consideró que lo ocurrido había supuesto «una trágica pérdida para la comunidad de exploración oceánica» si bien apuntó que cualquiera que trabaje en el océano «conoce el riesgo de operar bajo tal presión y sabe que en un momento determinado corre el riesgo de sufrir una implosión de este tipo».