El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia ha señalado este martes que no hay razón para prorrogar el acuerdo sobre cereales que expira el próximo 17 de julio.
El organismo recordó que el objetivo del acuerdo fue «la ayuda a países necesitados de África, Asia y América Latina», pero la iniciativa se convirtió en «la exportación estrictamente comercial de productos alimenticios ucranianos a países ‘bien alimentados'».
Según la Cancillería rusa, de los 32,6 millones de toneladas de cereales exportados desde el 1 de agosto de 2022 desde los puertos de Odesa, Chernomorsk y Yuzhni, la mayor parte —26,2 millones de toneladas, es decir, el 81 %— se destinó a países de renta alta y media-alta, mientras que los Estados más pobres solo recibieron 862.086 toneladas, es decir, el 2,6 % del cargamento.
«En este contexto, la situación de la normalización de los suministros rusos de alimentos y fertilizantes a los mercados mundiales, prevista en el Memorándum ONU-Rusia, siguió deteriorándose», reza el comunicado.
El ministerio también denunció que nunca se cumplieron las «cinco tareas sistémicas», las cuales son: Reconectar el banco ruso Rosseljozbank al sistema SWIFT, reanudar los suministros a Rusia de maquinaria agrícola y piezas de repuesto, levantar las restricciones sobre seguros de transporte marítimo y acceso a los puertos para los cargueros rusos, reanudar los suministros de amoníaco por la tubería Toliatti-Odesa, descongelar las cuentas y actividades financieras de las empresas rusas de fertilizantes.
La portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, afirmó que la idea de la UE de crear una sucursal del Rosseljozbank para conectarla a SWIFT como parte del acuerdo de cereales es «a sabiendas un fracaso».»Los aspectos prácticos, como el hecho de que se tarden largos meses en abrir una sucursal bancaria, que se tarden otros tres meses en establecer el SWIFT y que las desconexiones se produzcan en cuestión de minutos, quedan fuera de la ecuación», indicó, agregando que «a cambio de todo esto, Rusia debe ahora aceptar» la prórroga del acuerdo.
«En estas circunstancias, está claro que no hay base para la continuación de la iniciativa del mar Negro, que expira el 17 de julio», lamentó la institución, al tiempo que aseguró que «la parte rusa sigue abordando sus obligaciones como parte del acuerdo de buena fe y con responsabilidad, haciendo los esfuerzos necesarios en estricto cumplimiento de las normas de procedimiento para permitir que todos los buques participantes completen con éxito su misión y abandonen el mar Negro antes de su fecha de expiración».