La Oficina Federal de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) ha dado luz verde a Leqembi, el primer fármaco contra la enfermedad de Alzheimer que recibe la plena aprobación de las autoridades estadounidenses en dos décadas. La nueva fábrica de Biogen en el noroeste de Suiza es la única productora del principio activo del fármaco, el lecanemab.
La ciudad de Luterbach, en el cantón de Soleura, no figura entre las ciudades más frecuentadas por las personas que trabajan en la industria biofarmacéutica. El aeropuerto más cercano está en Basilea, a más de 70 kilómetros y para llegar se necesita tomar dos trenes.
Pero para millones de enfermos de Alzheimer de todo el mundo la ciudad adquirió un nuevo significado el pasado 13 de julio, cuando la Oficina Federal de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. aprobó Leqembi, el primer fármaco contra la letal enfermedad neurodegenerativa que recibe la plena aprobación de las autoridades estadounidenses en dos décadas.
Aunque el fármaco no es una cura, ha demostrado ralentizar el deterioro cognitivo en pacientes que se encuentran en las primeras fases de la enfermedad. Los datos de los ensayos clínicos sugieren que podría ralentizar el deterioro en un 27% aproximadamente en un periodo de 18 meses. Aunque los beneficios pueden ser modestos, la aprobación de Leqembi se considera un hito porque es la única terapia aprobada que aborda el «proceso subyacente de la enfermedad» en lugar de simplemente los síntomas del trastorno cerebral, indicó la FDA en su aprobaciónEnlace externo.
Luterbach, que en el último censo contaba con poco más de 3.600 habitantes, es la sede del único centro de producción mundial del principio activo del Leqembi desarrollado por la empresa japonesa Eisai y vendido en asociación con la biotecnológica estadounidense Biogen.
Lo que le falta a la ciudad como centro farmacéutico lo compensa con buenas infraestructuras, una parcela lo suficientemente grande para una fábrica biológica de 36.000 metros cuadrados (equivalente a unos 4 campos de fútbol) y un abundante suministro de agua gracias a su proximidad a dos grandes ríos: el Aare y el Emme.
Con información de Swissinfo