La Iglesia por la Arquidiócesis de Caracas, expulsó al sacerdorte Enrique “Kike” Antonio Alaña Morillo tras ser acusado por presuntos delitos de abuso sexual.
La Agencia Católica de informaciones tomó esta decisión “después de una investigación previa a tenor del canon 1.717, y, luego, por mandato de la Santa Sede, Roma, habiéndose cumplido un proceso Administrativo Penal (interno) de la Iglesia Católica, según lo previsto en el canon 1.720 del Derecho Canónico”, según el cardenal Baltazar Porras.El religioso, aseguró en el escrito que el acusado Enrique Antonio Alaña Morillo “ya no es sacerdote católico”. Vale recalcar, que el Catecismo de la Iglesia Católica recuerda en el numeral 1.582 que el Orden sacerdotal se basa en un carácter espiritual indeleble y no puede ser reiterado ni ser conferido por un tiempo determinado. Mientras, que el numeral 1.583 indica que “un sujeto válido ordenado puede ciertamente, por causas graves, ser liberado de las obligaciones y las funciones vinculadas a la ordenación, o se le puede impedir ejercerlas, pero no puede convertirse de nuevo en laico en sentido estricto porque el carácter impreso por la ordenación es para siempre”. Por su parte, el canon 1.711 puntualiza que la investigación que un obispo debe realizar cuando tenga noticia “al menos verosímil, de un delito”; Además, el canon 1.720 establece que el obispo debe notificar al investigado sobre la acusación que pesa sobre él y presentar las pruebas, para luego proceder al decreto. ACI Prensa les hizo llegar un correo a la Arquidiócesis de Caracas el martes 25 de julio para investigar sobre la existencia de algún proceso canónico contra él por presuntos abusos sexuales y recibió como respuesta el comunicado.