Pakistán suspendió la construcción de un gasoducto con Irán, que ambos países acordaron en 1995, hasta que las sanciones internacionales impulsadas por Estados Unidos sean levantadas, dijo este lunes a EFE el viceministro de Energía paquistaní, Musadik Malik.
«Actualmente el proyecto se encuentra estancado por las sanciones internacionales con Irán y nos hemos visto obligados a ponerlo en pausa», señaló Malik, sin precisar cuándo espera retomar el proyecto.
El ministro indicó el pasado viernes, durante una intervención ante la Cámara Baja del Parlamento paquistaní, que el país asiático ha emitido una notificación de «Fuerza Mayor y Evento Justificante» por factores externos a Irán para suspender su obligación de construir el gasoducto.
Según Islamabad, las sanciones internacionales justifican que el país no haya comenzado las obras de este gasoducto de 2.700 kilómetros financiado parcialmente por China, y que Irán ya completó por su parte.
Pakistán espera así librarse de la multa asociada a su decisión de suspender el gasoducto, aunque el propio Malik reveló que Irán ha disputado la validez del argumento del país vecino, lo que podría hacer que ambos países se enfrenten en un tribunal de arbitraje.
«El monto exacto de la sanción, si es que hay alguna, está sujeto al resultado del arbitraje», dijo Malik.
La semana pasada, el ministro de Exteriores iraní, Hossein Amir-Abdollahian, afirmó durante una visita de tres días a Islamabad que la finalización del proyecto serviría a los intereses nacionales de ambos países mientras buscan elevar su comercio bilateral a 5.000 millones de dólares en los próximos cinco años, de los 2.000 millones de dólares actuales.
A pesar de que las conversaciones entre ambos vecinos sobre la construcción de un gasoducto comenzaron hace casi treinta años, la compleja situación de la región ha hecho casi imposible a Irán poder llevar adelante el proyecto.
Las obras en la parte paquistaní comenzaron en 2013 con la esperanza de que entrase en funcionamiento en 2017, pero se vieron suspendidas en 2015.
Ambos países han lanzado sin embargo otros proyectos en materia de energía, como la línea de transmisión de electricidad de 100 MW inaugurada el pasado mayo por el primer ministro paquistaní, Shehbaz Sharif, y el presidente de Irán, Ebrahim Raisi.