Con un liderazgo carismático, el incansable presidente Hugo Chávez dedicó buena parte de sus esfuerzos a conformar un bloque latinoamericano y caribeño liberado de la influencia de Estados Unidos, apoyado en sus inagotables recursos petroleros.
Al cabo de casi tres lustros de alianzas políticas abonadas con fuertes lazos económicos, América Latina ha marcado distancia con Estados Unidos, aseguraron analistas que consideran muy difícil que surja otro dirigente latinoamericano que pueda reemplazar el papel desempeñado por Chávez.
«Lo que distinguió a Chávez desde el principio es que Venezuela para él era muy chica, él buscaba un escenario global», señaló a la AFP Michael Shifter, del centro Diálogo Interamericano en Washington.
«Chávez tiene un estilo muy particular, desafiante. Influyó mucho para generar una América Latina más confiada en sí misma ante Estados Unidos», añadió Shifter.
Para Christopher Sabatini, del Consejo para las Américas en Washington, Chávez «le dio perfil y fuerza a una alianza abiertamente antiestadounidense en la región, pero esa coalición no tiene otro liderazgo que pueda reemplazarlo» en caso de que por su enfermedad no pueda continuar en el poder.
Chávez, que el pasado 11 de diciembre se sometió en Cuba a su cuarta cirugía por cáncer en año y medio, se ha mantenido en la presidencia de Venezuela desde 1999.
Desde esa posición, desplegó un agresivo discurso en contra de Washington y, apoyado en la enorme riqueza petrolera de Venezuela, tejió alianzas y promovió mecanismos de cooperación e integración en América Latina que hoy se ven reflejados en entes como Petrocaribe, la Alianza Bolivariana de Nuestra América (ALBA), la Unión de América del Sur (UNASUR) o la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
Tras su victoria electoral de octubre de 2012, Chávez debía asumir el 10 de enero su cuarto periodo de gobierno, hasta 2019, pero dado su grave estado de salud, el gobierno venezolano se dispone a postergar su investidura.
Aunque Sabatini piensa que dentro del movimiento de Chávez tampoco hay otra figura que pueda darle el mismo impulso a la política internacional de Venezuela, este analista prevé que los acuerdos en marcha se mantendrán.
«Pase lo que pase, el padrinazgo petrolero venezolano va a continuar. Siempre ha formado parte de su estrategia diplomática», dijo.
Antes de la última cirugía, Chávez afirmó que si llegara a no poder ejercer la presidencia, consagró a su vicepresidente y canciller Nicolás Maduro como su heredero político. Aunque Shifter considera que Maduro mantendría muchos de los convenios existentes con los países de la región, también cree que «no tendrá ni ese compromiso ni ese impulso».
Además, en Venezuela se perfila una «crisis fiscal muy aguda y Cuba y Nicaragua serán los países más afectados», aseveró. Bajo el gobierno de Chávez, Caracas y La Habana desarrollaron una relación política y económica privilegiada, vital para La Habana luego del fin de la Unión Soviética.
Venezuela le suministra a Cuba 100.000 barriles diarios de petróleo en condicones preferenciales. A su vez, Cuba apoya a Venezuela con 40.000 médicos, paramédicos y enfermeros de manera permanente, y asesores y técnicos en muchas otras áreas, lo que representa el grueso de sus ingresos por servicios en el exterior, que ascienden a 6.000 millones de dólares al año.
«Dado el nivel de su alianza con Venezuela, Cuba no puede esperar nada positivo de una mayor inestabilidad política en Caracas», indicó a la AFP Arturo López Levy, académico de la Universidad de Denver (Colorado, EEUU).
A su vez, Omar Everleny Pérez, director del centro de estudios de economía cubana en la Universidad de La Habana, consideró improbable un corte abrupto en la relación económica, pero apuntó que su país busca «formas de reinserción internacional, nuevos socios comerciales».
Otros países con alta dependencia petrolera de Venezuela son Nicaragua, que recibe 10 millones de barriles de crudo al año y otras ayudas sociales, y Uruguay con entre 6 y 8 millones de barriles anuales, que equivalen a entre 45% y 50% de su consumo.
Pero si con gobiernos amigos de países pequeños Chávez multiplicó los mecanismos de cooperación, al gigante Brasil de Luiz Inacio Lula da Silva y de Dilma Rousseff le abrió las compuertas para el comercio y la inversión, a la vez que Brasilia impulsaba con fuerza la adhesión de Caracas al Mercosur.
Así, en 2012 Caracas aportó a Brasil un superávit comercial de 5.000 millones de dólares, sobre todo en importaciones gubernamentales, y empresas brasileñas tienen inversiones por 20.000 millones de dólares en grandes obras de infraestructura.
Las prioridades de Chávez en los años recientes para sus relaciones comerciales en la región y sus pésimas relaciones con el anterior presidente Alvaro Uribe perjudicaron a Colombia, cuyas exportaciones a Venezuela cayeron de poco más de 6.000 millones de dólares en 2008 a 2.300 millones para el periodo enero-octubre de 2012.
Sin embargo, el presidente Juan Manuel Santos valora la buena relación que ha logrado con Chávez, sobre todo en el acompañamiento internacional al proceso de paz con la guerrilla comunista FARC, al cabo de casi medio siglo de conflicto armado.
Chávez «ha sido una persona fundamental en este acercamiento y en este proceso de paz que estamos adelantando con las FARC, por eso hago votos por su salud, porque realmente lo necesitamos», dijo Santos hace pocas semanas.
AFP