Un felino salvaje de dos años y medio de edad invadió en la madrugada de ayer el recinto de un hospital en el municipio de Mogi Guaçu, en el estado de Sao Paulo, informaron fuentes oficiales.
El felino era una onza, mamífero parecido a una pantera y pelaje similar al del leopardo, que sorprendió a los empleados del Hospital Sao Francisco cuando invadió las instalaciones y se tumbó en una zona ajardinada, según el Cuerpo de Bomberos.
El animal abandonó el centro por el estacionamiento y permaneció varias horas paseando por la ciudad hasta que se encaramó a un árbol y un veterinario pudo lanzarle un dardo impregnado de sedante que permitió su captura.
«Cuando subió al árbol el veterinario lanzó un dardo tranquilizante. Poco después se adormeció e hicimos la captura», dijo al portal de noticias de Globo Marcia Rodrigues, una analista ambiental que participó en la misión.
Según Rodrigues, del Instituto Chico Mendes de Conservación de la Biodiversidad (ICMBio), la onza habría escapado de un bosque de eucaliptos que pertenece a una empresa de celulosa.
En su opinión, por la edad del animal lo más probable es que se haya quedado sin madre recientemente y haya emprendido la búsqueda de un nuevo lugar para vivir por su cuenta.
La onza, que no ataca sin provocación, fue trasladada al zoológico de la ciudad próxima de Paulinia.
Agencias