Diego Kapeky
El éxodo, unido a la xenofobia, el racismo y la injusticia, han sido factores que han marcado la vida de Arnaldo Sánchez y su familia.
Hoy exiliado y a la espera de su estatus legal en otro páis, nos cuenta parte de su viacrucis.
Arnaldo Sánchez, próspero profesional en el área de la construcción e ingeniería, laureado con los premios más prestigiosos del país, debido a su desempeño en la empresa de su propiedad “Construcciones y Suministros Salez”, se vio inmerso en una serie de acontecimientos que lo obligaron a emigrar de Venezuela junto a su familia.
La negativa de participar en marchas afectas al gobierno para poder mantener su empresa, y por ende las licitaciones que sostenía con éxito, según sus palabras, lo hicieron vivir una pesadilla debido a su negativa de extorsión, y pago de peaje.
Un secuestro, expropiación de su vivienda en la populosa zona de Cotiza, y continuas amenazas, fueron el detonante para que Sánchez decidiera salir del país. Su primera parada: Chile.
Luego de un tiempo, y gracias a las diligencias del partido Primero Justicia, del cual era adepto en esa época, su esposa Victoria Feo y su hija llegaron posteriormente al hermano país, ya que de nada sirvió mudarse a La Victoria, Estado Aragua, porque el hostigamiento, continuas amenazas y persecuciones continuaron.
En Chile vivió en carne propia la xenofobia
Al llegar a ese país consiguió un empleo como Técnico e Instalador de Internet, y en varias de sus visitas a diferentes hogares, recibió ataques de xenofobia y racismo.
“Es muy duro salir del país que amas, donde te desarrollaste profesionalmente y tenías éxito y reconocimiento laboral, por pensar diferente. Luego te encuentras con otra dura y cruel realidad, el desprecio por tu color de piel y el rechazo por ser venezolano”
Como se sabe, a finales del año 2019 Chile vivió un estallido social y allí Arnaldo Sánchez se vio envuelto sin tener ningún tipo de vinculación con esos delictivos hechos, en una lamentable situación donde fue golpeado por los oficiales de esa nación llamados Carabineros. Cansado nuevamente de maltratos y vejaciones deciden buscar un nuevo destino…
El viacrucis continúa…
A mediados del año 2021, Arnaldo Sánchez y su familia viajan a México, con el fin de llegar a Estados Unidos. En el aeropuerto fueron retenidos por dos policías federales, quienes confiscaron parte de su dinero y pertenencias y lo mantuvieron detenido un par de horas en una pequeña habitación, mientras su esposa e hija esperaban afuera.
“Después de este nuevo episodio de terror, llegamos a Monterrey y de allí seguimos camino a la frontera de Estados Unidos, donde volvimos a ser sometidos a vejaciones. Finalmente logramos llegar a Río Bravo, lugar que nos permitió posteriormente solicitar ayuda y seguridad a para nuestras vidas. Es muy rudo ser emigrante, teniendo un país tan hermoso, da impotencia sufrir vejaciones, maltratos, racismo y xenofobia. Pero aquí estoy y aquí sigo, con mis valores intactos, con ganas de seguir creciendo y aportando profesionalmente, porque ni mi color de piel, ni ser venezolano, me hace menos que nadie. Todo lo contrario, orgulloso soy y estoy de mi nacionalidad y del color que identifica mi raza y mi calidad como ser humano. Los venezolanos somos trabajadores, emprendedores, preparados, y yo doy y he dado lo mejor de mí, fuera y dentro de mi país. Lástima que la política nos haya dividido y pensar distinto sea un pecado”