La oficina del procurador general de Brasil negó el miércoles las afirmaciones de uno de los principales diarios brasileños, según el cual se había abierto una investigación para determinar si el ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva estuvo enterado del mayor caso de corrupción en la historia del país y si se benefició económicamente de los ilícitos.
El diario Estado de S. Paulo informó que el procurador general Roberto Grugel había decidido abrir la investigación sobre Lula. El rotativo, que el mes pasado fue el primero en informar que había testimonios que involucraban al ex mandatario en el caso, no citó sus fuentes.
Por su parte, el diario Folha de S. Paulo publicó un reporte similar el miércoles, también sin mencionar fuentes.
Pero la oficina del procurador desmintió la información mediante un comunicado en su página de internet.
«No se han tomado decisiones sobre una posible investigación de este caso», señaló la dependencia.
El comunicado añadió que Gurgel no tomaría una decisión sino hasta que se presenten oficialmente todos los documentos relacionados con el amplio juicio de corrupción ante la Corte Suprema, lo que podría demorar al menos dos meses.
Lula conserva una gran fortaleza política en Brasil, y cualquier decisión de investigarlo dañaría al Partido de los Trabajadores, que gobierna el país. Es posible que Lula se postule de nuevo para la presidencia en 2014, y el ex mandatario ha dejado abierta esa posibilidad, aunque ha dicho que lo hará sólo si su sucesora Dilma Rousseff desiste de buscar la reelección.
Veinticinco personas fueron declaradas culpables en el juicio sobre el caso conocido como «mensalao», una palabra que hace referencia a cuantiosos pagos mensuales. Entre los sentenciados figuraron asesores prominentes de Lula y el empresario Marcos Valerio. En septiembre, Valerio dijo a los fiscales, después de que se le declaró culpable pero antes de que se le dictara sentencia, que Lula sabía de la trama de corrupción y recibió dinero.
Fue la primera vez desde 2005, cuando se reveló el caso, que alguno de los acusados implicó a Lula, quien siempre negó cualquier participación y jamás enfrentó cargos.
Valerio fue sentenciado a más de 40 años de prisión y multado con 1,3 millones de dólares, luego de que la Corte Suprema lo consideró el «operador» del plan para dar dinero a los legisladores a cambio de que apoyaran las políticas de Lula después de que asumió el cargo en 2003.
Los detractores de Valerio dicen que no puede tomársele en serio puesto que no involucró a Lula sino hasta después de ser condenado.
El mes pasado, Gurgel dijo que analizaría detenidamente el testimonio ofrecido en septiembre por Valerio. Sin embargo, el procurador no prometió una investigación directa sobre Lula.
«Marcos Valerio ha emitido con frecuencia declaraciones que él considera tronantes y que, al analizarse a profundidad, no llevan a nada», dijo Grugel el mes pasado. «Pero vamos a ver qué hay detrás de esta declaración y si puede constituir la base de otras investigaciones»
Ninguna acusación formal relacionada con el ardid de corrupción ha apuntado contra Lula, quien dejó el cargo después de dos periodos en 2010, con un índice de aprobación del 87%.
AP