Desde que comenzó su carrera como tatuadora, a sus veinte años de edad, esta talentosa artista venezolana se ha dedicado a perfeccionar su técnica en el realismo y surrealismo. Su entrega en el arte se refleja en cada obra que realiza, causando sensación en Suecia, Alemania, Francia y países de Latinoamérica.
Las obras de Jema, originaria de Caracas y radicada actualmente en Estocolmo, Suecia, suelen evocar emociones profundas y transmitir mensajes poderosos, esto ha generado una conexión especial en quienes las contemplan. Por su parte, enfatiza que el proceso de aprendizaje, para llegar hasta este punto de profesionalismo, ha sido fluido y rápido, ya que desde niña siempre tuvo destrezas para el arte. Ese éxito se lo atribuye a la ardua dedicación en este oficio, durante siete años.
«Mi trayectoria artística dio inicio en Caracas, ciudad donde nací; sin embargo, fue en Puerto Ordaz, estado Bolívar, donde crecí bajo el cuidado de mis abuelos y mi pasión por el arte comenzó a florecer. Hace cinco años, dejé mi país natal para comenzar el viaje como tatuadora internacional. Mi aventura me llevó primero a Colombia, donde tuve el honor de sumergirme en un ambiente que potenció mis prácticas en el tattoo, perfeccioné mi habilidad en el realismo y construí un portafolio que reflejaba mi crecimiento. Hace aproximadamente cuatro años, recibí una oferta para trabajar en un estudio de tatuajes de Suecia, un emocionante paso en mi carrera. Desde entonces, he tenido la oportunidad de contribuir con mi arte a esta comunidad y esto ha enriquecido mi vida de innumerables maneras», destaca la caraqueña.
El realismo y surrealismo de Jema Ferrer están basados en una técnica de lavado de grises suaves, texturas, detalles y colores vibrantes, aunados a diseños y composiciones fluidas, con un estilo atemporal. En su mayoría, son creaciones de gran tamaño que ameritan de ocho a diez sesiones. Esta aventura la llevó a desarrollar un arte de alta demanda expandido por Europa y parte de América Latina.
La joven acostumbra recorrer distintas partes del mundo, para catapultar su arte hacia nuevos horizontes y seguir abriéndose a públicos internacionales. Su participación en convenciones y eventos de tatuajes le ha permitido mostrar su trabajo a una audiencia diversa y establecer conexiones en la industria, pero, sobre todo, ser ejemplo para las mujeres que sueñan con destacar en este campo mayormente dominado por hombres. Aunque se mantiene cosechando éxitos en su carrera como tatuadora, Jema no se conforma y continúa desafiándose, para seguir evolucionando como artista.
Nota de prensa: Geraldine González
Fotos cortesía: Jema Ferrer / @jema_tattoo