El Ministerio Público citó al hermano de una de las presuntas víctimas de abuso sexual del pastor Celedonio Monasterios, perteneciente a la Iglesia Cristiana Casarapa, ubicada en Guarenas, estado Miranda.
Se trata de Abel Ocasio, quien es uno de los denunciantes principales de los supuestos abusos cometidos por el religioso según el testimonio de al menos 10 mujeres, incluyendo a un familiar cercano de Ocasio, en un lapso de 20 años.
El joven reside en el exterior y se presentó en el país en marzo para denunciar, desde ese entonces ha protagonizado varias disputas con representantes de esta iglesia y algunos de los asistentes, que lo han intentado obligar a no denunciar.
Sin embargo, Ocasio usó sus redes sociales para exponer el caso y se acercó a varias de las víctimas para instarlas a denunciar y algunas consiguieron un apoyo en él. «Desde un principio les dije que no me iba a quedar callado y aquí estoy haciendo todo lo posible para que los abusos sean develados», detalló a El Pitazo.
Ocasio, quien años atrás formó parte de la iglesia Casarapa, de la que se retiró cuando decidió emigrar, aseguró que cuando iniciaron las denuncias de mujeres contra Celedonio Monasterios, la directiva de la iglesia decidió reunirlas y escucharlas.
Según dijo, las víctimas, todas cristianas, contaron a sus pastores que Monasterios tuvo acercamientos inapropiados, las persuadió a sostener relaciones sexuales con ellas, tocó las partes íntimas de algunas y les indicó que su actuar era en nombre de Dios.
«En esas reuniones, los pastores encargados quisieron hacer justicia por ellos mismos y usando la fe cristiana, las instaron a perdonar a su agresor, y en varias ocasiones les dijeron que los acercamientos inapropiados, el hecho de que tocará sus partes íntimas sin su consentimiento, no era abuso sexual y algunas les creyeron y decidieron dar un paso atrás y no denunciar», relató Ocasio.
Al notar que sólo una mujer se atrevió a hacer una denuncia formal, Abel Ocasio consiguió los nombres de las mujeres entrevistadas por los pastores, además de los testimonios de otras víctimas que se encuentran en el exterior pero que hicieron publicaciones confesando los abusos del pastor mencionado. Los recopiló y presentó ante el Ministerio Público, que continúa con las investigaciones.
Actualmente, Monasterios fue separado de la iglesia, pero a través de un comunicado, pastores aseguraron que las puertas del templo se mantenían abiertas para él para que pudiera congregarse.