El 2012 lo cerramos con una economía en expansión, que impulsó el incremento de la demanda, situación que algunos no tomaron en cuenta y no se prepararon para atenderla, lo que generó un desabastecimiento mayor al que comúnmente hay todos los inicios de cada año
La loable iniciativa del Gobierno Bolivariano iniciada en este 2013 -de reunirse y establecer mesas de diálogo con el sector productivo para garantizar el abastecimiento pleno de productos alimenticios para el pueblo-, rendirá resultados muy positivos en el corto, mediano y largo plazo.
Ciertamente existen razones plenamente identificadas de algunos factores que están generando la escasez. De hecho, una de ellas, la expliqué en días pasados en un diario de circulación nacional: “… 2012 lo cerramos con una economía en expansión, que impulsó el incremento de la demanda, situación que algunos no tomaron en cuenta y no se prepararon para atenderla, lo que generó un desabastecimiento mayor al que comúnmente hay todos los inicios de cada año”.
La presidenta de Makro, también recordó una causa que, por ser tan obvia, tenemos la tendencia a olvidar, y en consecuencia a no entender que es normal algunos “cuellos de botella” a final de año producto del pico de demanda.
“El abastecimiento a final de año se complica por vacaciones de temporada”, manifestó América Alonso a su salida de una reunión con las autoridades gubernamentales.
No obstante, haciendo una primera conexión expresa con el titular de este artículo “Las mil y una caras de la escasez”, sabemos que el tema del abastecimiento pleno para evitar el flagelo de la escasez es complejo, comprende múltiples aristas y por tanto, su abordaje obliga a hilar fino en el diseño y aplicación de políticas.
Ya el Gobierno Bolivariano anunció una primera medida: eliminar la restricción de los horarios para el cargamento de alimentos, a excepción de las bebidas alcohólicas.
El Ejecutivo Nacional está asumiendo de esta forma su liderazgo para garantizar abastecimiento alimentario en el país. Igualmente inició un conjunto de inspecciones para verificar que algunos actores empresariales no se vuelvan a prestar, como lo hicieron en el 2002, para generar escasez artificial con fines desestabilizadores.
Está en su derecho (el Ejecutivo Nacional), más aún con la mancha que, en el sector productivo privado, estamparon un grupo de gremios y empresarios venezolanos en el pasado, y que a veces, se intenta reeditar con mecanismos más solapados, esta práctica antiética.
A los empresarios nacionalistas, progresistas y de la patria, simplemente les digo: “El que no la debe, no la teme. A aquellos que hayan incumplido las normas les debe caer todo el peso de la ley, porque las leyes y el pueblo venezolano se respeta”. Desde Fedeindustria, apoyamos todo lo que garantice y mejore el suministro de productos para el pueblo. Evidentemente, sobre el camino, se deben ir generando las mil una soluciones a las mil y una caras de la escasez.
Miguel Pérez Abad