La controversia persigue a Luis Suárez más que cualquier otro jugador de la Liga Premier inglesa, y el delantero del Liverpool volverá a estar bajo los reflectores el domingo, en el partido contra el rival acérrimo Manchester United.
El uruguayo ha estado atinado frente al arco en esta campaña, al anotar 15 goles en la liga, con lo que es el segundo mejor artillero, sólo detrás de Robin van Persie, del United. Pero Suárez no ha podido escapar de la polémica.
Frecuentemente criticado por rivales que lo acusan de fingir que le cometen faltas, Suárez se vio de nuevo en el ojo del huracán el domingo pasado, por valerse de una mano para anotar lo que resultó el gol del triunfo en un partido de la Copa de la FA contra el Mansfield.
Ahora, Suárez vuelve al Old Trafford por primera vez desde que se negó a estrechar la mano de Patrice Evra, zaguero del United. Aquel incidente, previo a un cotejo, reavivó una larga disputa por declaraciones consideradas racistas y seguramente ha garantizado que el público no le brinde una bienvenida muy cortés al delantero sudamericano este fin de semana.
El técnico del United, Álex Ferguson, dijo que Suárez constituía una «desgracia» para el Liverpool, después de lo ocurrido en febrero. Ahora, el estratega espera que toda la acción se limite al duelo en la cancha entre los dos clubes más exitosos de Inglaterra.
«Siempre habrá cierta expectativa por un partido Manchester United-Liverpool, simplemente por la historia de ambos clubes», consideró Ferguson. «Esto tiene su propia agenda en términos de discusiones y semblanzas previas al partido. El año pasado, fue desafortunada la conducta de Suárez. Espero que ahora esto haya quedado atrás para ambos clubes y podamos concentrarnos en el partido».