Aunque sus inicios fueron como ayudante, la vida le dio a Carlos Guzmán la oportunidad de ser su propio jefe
Por más de 12 años, Carlos Guzmán se ha convertido en el mejor aliado de los estudiantes y transeúntes de la Urbanización Leonardo Ruiz Pineda, en las adyacencias de la sede la policía Municipal de Plaza, pues con su pequeño puesto de chucherías se ha convertido en la mejor opción para calmar el hambre y la ansiedad de endulzar el día.
Aunque comenzó como ayudante en el puesto, al cabo de unos años, el dueño del pequeño tarantín decidió otorgárselo, por lo que emprendió una larga tarea de mantenerlo, el que le ha ayudado a sacar adelante a su mamá y hermana, las que dependen económicamente de este hombre emprendedor.
Carlos destaca que inició con pocas chucherías, y poco a poco fue agregando variedad a su pequeño tarantín, y aunque no ofrece refrescos y ningún tipo de bebida, este hombre trabajador destaca que a toda hora los alumnos hacen una parada para darse un gustico con las chucherías que este comercializa.
Desde muy temprano
La jornada laboral para Carlos comienza desde muy tempranas horas del día, pues a partir de las seis de la mañana se encuentra en las afueras del liceo Alonso Andrea Ledesma, hasta las cuatro de la tarde, jornada que cumple de lunes a viernes, mientras que los fines de semana se encarga de adquirir la mercancía y descansar de la semana.
Además de la venta de chucherías, Carlos destaca que no puede laborar en espacios sucios, por lo que se encarga cada mañana y tarde de limpiar el lugar en el que coloca su pequeño tarantín, pues afirma que sus clientes deben disfrutar de un espacio limpio, agregó que es su deber ya que se beneficia del espacio.
Y el cafecito…
Entre las chucherías que este hombre emprendedor ofrece se encuentran las chupetas, caramelos,chicles, pepitos, cocosetes y otros, entre los que no puede faltar el café, que más de un profesor aprovecha para probar antes de iniciar la jornada laboral.
Sin duda alguna, Carlos es ejemplo de superación, pues espera que dentro de poco su pequeño puesto de chucherías se convierta en un kiosco en el que pueda ofrecer gran variedad de insumos, invitó a la colectividad a no perder el tiempo en cualquier cosa, pues es importante tomar en cuenta el crecimiento personal.
Dignora Zea Fernández
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