Un equipo de investigadores de la Universidad de Michigan (EE UU) ha comprobado que al aplicar electricidad -concretamente un estímulo transcraneal con corriente directa (tDCS)- a ciertas regiones del cerebro de un paciente con dolor facial grave y crónico se consigue liberar una sustancia similar a un opioide que se considera como uno de los analgésicos naturales más poderosos del cuerpo.
Alexandre DaSilva y sus colegas administraron, por vía intravenosa, un trazador radiaoctivo que alcanzó áreas importantes del cerebro en un paciente con dolor neuropático trigeminal (TNP por su sigla en inglés), un tipo de dolor facial grave. Los investigadores aplicaron los electrodos y estimularon eléctricamente el cerebro justo por encima de la corteza motriz del paciente durante veinte minutos en el curso de una tomografía por emisión de positrones (PET). El trazador radioactivo se diseñó específicamente para medir indirectamente la liberación local en el cerebro de mu-opioide, una sustancia natural que altera la percepción del dolor. A fin de que el opioide funcione debe enlazarse con el receptor de opioide mu (y el estudio evaluó los niveles de este receptor).
“Estamos estimulando la liberación de los recursos propios de nuestro cuerpo a fin de proporcionar analgesia. En lugar de administrar más opioides farmacéuticos activamos las mismas áreas del cerebro donde estos funcionan», aclara DaSilva, que añade que esto permitiría «disminuir el uso de opioides en general con la consecuencia de que evitamos los efectos secundarios, incluida la adicción». El artículo se publica en la revista Frontiers in Psychiatry.
En el próximo paso los investigadores estudiarán los efectos a largo plazo del estímulo eléctrico en el cerebro para encontrar blancos específicos en el cerebro que puedan ser más eficaces, dependiendo de la condición del dolor y el status de cada sujeto. Por ejemplo, las áreas frontales podrían ser más adecuadas para el alivio del dolor crónico en pacientes con síntomas de depresión.
Agencias