Pendientes 2 millones de nuevas viviendas, investigar las denuncias de Aponte Aponte y de la ex juez Afiuni, designar el Contralor General, investigar los hechos violentos acaecidos en la UCV, disponer de fármacos a precios bajos, el funcionamiento adecuado de Barrio Adentro y la amnistía de los presos políticos
Muchas cosas no han sido resueltas en estos 14 años que terminan, y no me refiero al logro de la soberanía y la independencia nacional, al desarrollo aguas abajo de la industria petrolera, al progreso de las ciencias y la tecnología, el despegue del subdesarrollo y la obtención de la mayor suma de felicidad posible para la población, objetivos cada vez más distantes en el horizonte de los venezolanos, a pesar de las fantasías gubernamentales y de las letanías de leyes, reglamentos, decretos y discursos.
Tampoco me referiré a la eliminación de la miseria, la corrupción, la inseguridad ciudadana, el aumento del costo de la vida, la devaluación de nuestra moneda, la inflación, la pudrición de la justicia, el empleo precario, la inhumana situación carcelaria, el desastre de las vías de comunicación, la política de puertos, el desabastecimiento, el gigantesco endeudamiento y las actitudes arbitrarias de grupos ligados al gobierno. No.
Las anteriores son cuestiones fundamentales de gran monta, que no se les pueden pedir a gobiernos adeco-copeyano-chavistas, tan sólo preocupados en ganar elecciones a como dé lugar. Voy a mencionar sólo materias de mucho menor valor, pero cuya solución hubiera mejorado la calidad de vida de los venezolanos.
Queda pendiente que los motorizados cumplan las leyes de tránsito y que no agredan a automovilistas y peatones que se cruzan en su camino. Pendiente que las “busetas” sólo tomen y dejen pasajeros en las paradas y no se paren atravesados en cualquier parte, causando parte del caos vehicular existente en nuestras ciudades.
Pendiente que los policías, fiscales de tránsito y guardias nacionales, dejen de “matraquear” a la gente, como impunemente hacen junto con sus superiores, valiéndose de cualquier situación o inventándola. Sigue pendiente que en el Metro funcione la climatización, pues el calor, agravado con el gentío, es un infierno para los usuarios. Otro tanto ocurre con los graves desperfectos de las escaleras mecánicas.
Pendiente la limpieza de calles y avenidas, sobre todo en los barrios pobres. Pendiente el acatamiento por los vendedores de vehículos, los chinos incluidos, de tener en el país existencias suficientes de repuestos. Pendiente la recuperación de hospitales y centros de salud, su mantenimiento, equipamiento y el ajuste de sueldos de sus trabajadores en niveles dignos.
Pendientes 2 millones de nuevas viviendas, investigar las denuncias de Aponte Aponte y de la ex juez Afiuni, designar el Contralor General, investigar los hechos violentos acaecidos en la UCV, disponer de fármacos a precios bajos, el funcionamiento adecuado de Barrio Adentro y la amnistía de los presos políticos (Baduel incluido).
Pendiente la recuperación de las empresas de Guayana, el desarrollo de la democracia participativa y protagónica, el cese del discurso agresivo y del abuso de funcionarios oficiales y sus escoltas, que ponen la circulación del tránsito a sus servicios sin importar absolutamente más nada.
Pendientes las reparaciones escolares, eliminar el tráfico de drogas en las escuelas, acabar con la violencia escolar y con el subdesarrollo educativo, hacer productivo al campo venezolano, y me disculpan los lectores pero olvidé que no exigiría imposibles para gobiernos adeco-copeyano-chavecistas.
Luis Fuenmayor Toro