Un adolescente de 13 años acabó con la vida de Griselda García Azuaje, de 35 años, porque ésta lo abofeteó tras una discusión. Confesó ante las autoridades que utilizó el bate que usa en sus prácticas de beisbol, pero que la golpeó “sin intención de matarla”
Griselda García Azuaje, de 35 años de edad, ama de casa y madre de dos niños dormía cuando el hijo de su esposo, a quien crió desde que tenía 3 años de nacido entró en su habitación. En su defensa, tras confesar los hechos, el adolescente alegó que tuvo una pelea con su madrastra y que esta lo abofeteó. En respuesta, habría tomado el bate de madera que utilizada para sus prácticas de beisbol y la golpeó «sin intención de matarla», dijo.
El crimen que ha provocado conmoción en la Zona 1 del barrio José Félix Ribas, de Petare, ocurrió la mañana de este pasado domingo. Después de golpearla en por lo menos siete ocasiones, entre el rostro y extremidades, el hijastro de la víctima salió del cuarto y lo cerró con llave. La hermana de la víctima ingresó a la vivienda alertada por otras personas y allí encontró a su hermana muerta, casi desfigurada por la acción certera de los golpes.
Cuando los funcionarios del Cicpc citaron a los miembros del entorno a declarar, encontraron especial contradicción en las declaraciones del adolescente, que intentó evadir su responsabilidad diciendo que fue su padre el autor del asesinato. Luego confesó su crimen que dijo cometió con la ayuda de su prima, pero ya más tarde, admitió su autoría.