La información del tema se dio a conocer dentro del Mes Nacional de la Prevención de Defectos de Nacimiento, campaña que realiza en coordinación con el Centro Nacional sobre Defectos Congénitos y Deficiencias del Desarrollo. Uno de cada 33 bebés, el 3.0 por ciento, nace con una discapacidad, lo que significa que cada año se reportan más de 120 mil nacimientos con algún tipo de estas categorías
Cada cuatro minutos y medio nace un niño con una malformación congénita severa en Estados Unidos, daño que es frecuente, costoso, crítico, y la causa principal de muertes infantiles, advirtió la Academia Estadunidense de Pediatría (AAP).
Además, a causa de una malformación congénita, un estimado de 54 millones de estadunidenses tienen limitaciones físicas, cognitivas o sensoriales y casi el 17 por ciento de niños reporta problemas del desarrollo.
El número de personas con este tipo de malformación va en aumento, por lo que se prevé que esa cifra se incrementará en la próxima década, advirtió la AAP.
La información del tema se dio a conocer dentro del Mes Nacional de la Prevención de Defectos de Nacimiento, campaña que realiza en coordinación con el Centro Nacional sobre Defectos Congénitos y Deficiencias del Desarrollo.
Refirió que uno de cada 33 bebés, el 3.0 por ciento, nace con una discapacidad, lo que significa que cada año se reportan más de 120 mil nacimientos con algún tipo de estas categorías.
Refirió que cerca de seis mil fallecen en el primer año de vida a causa de ello, es decir, más del 20 por ciento de las muertes neonatales.
Un defecto congénito es un problema que ocurre mientras un bebé se desarrolla dentro del cuerpo de su madre, la mayoría de ellos se presentan durante los primeros tres meses del embarazo y pueden afectar el aspecto del cuerpo, su funcionamiento o ambos.
Muchos de estos casos varían por raza o grupo étnico, por ejemplo, los bebés nacidos de madres hispanas enfrentan un riesgo mayor de ser afectados por espina bífida, así como por anencefalia, encefalocele, gastrosquisis, defectos por reducción de las extremidades superiores y síndrome de Down.
Algunos defectos congénitos, como el labio leporino o alteraciones del tubo neural (espina bífida y anencefalia), son problemas estructurales que pueden ser vistos con facilidad, pero otros, como los cardiacos, sólo se detectan con pruebas especiales.
Muchos casos requieren cirugía y una variedad de síndromes genéticos acompañan al menor en su desarrollo.
Estos daños de nacimiento pueden variar de leves a severos y ciertos tipos resultan de la exposición a medicinas o sustancias químicas. De tal forma que el abuso del alcohol puede causar síndrome de alcoholismo fetal, mientras las infecciones durante el embarazo generan diversos defectos congénitos.
“Algunos tienen sólo un efecto menor y breve sobre la salud del bebé, otros mantienen efectos de toda la vida y varios de ellos son mortales», advirtió la academia.
«En este país, los defectos de nacimiento son la causa más común de muerte en los recién nacidos y la segunda causa más común de muerte en niños de uno a cuatro años», consideró.
El riesgo de muchos tipos de defectos de nacimiento puede ser reducido a través de estilos de vida saludables e intervenciones médicas antes y durante el embarazo. Por ejemplo, el consumo de ácido fólico previene ciertos tipos.
«La salud de ambos padres antes del embarazo puede afectar el riesgo de tener un hijo con un defecto congénito” apuntó.
“Dieta, estilo de vida, factores de decisiones en el entorno, las condiciones de salud y los medicamentos antes y durante el embarazo, pueden jugar un papel en la prevención o el aumento del riesgo de defectos de nacimiento», precisó.
El objetivo del mes de la campaña es fomentar la prevención y el conocimiento de los defectos de nacimiento entre los más de 60 millones de mujeres en edad fértil en Estados Unidos.
Además, mejorar la vigilancia a nivel nacional de estos daños y avanzar en la investigación sobre las posibles causas.
Un total de 15 estados en el país reciben financiamiento federal para rastrear defectos de nacimiento graves, incluida la espina bífida, y utilizan su información en la orientación de actividades de prevención, así como la remisión de niños afectados a servicios requeridos.