LA PAZ. «Cerca de dos toneladas de uranio» fueron halladas este martes en un edificio en el corazón de la ciudad de La Paz, a pocos pasos de las embajadas de Estados Unidos y Brasil, informó el gobierno de Bolivia, que ordenó una inmediata investigación.
«Cerca de dos toneladas, es material que se usa para la construcción de armamento nuclear», dijo en rueda de prensa el viceministro de Interior, Jorge Pérez, quien dirigió un operativo policial para remover el material «radioactivo».
«Sería, de acuerdo a la información preliminar, de alto nivel de radioactividad, que se determinará con la pericia que se va a realizar inmediatamente», indicó Pérez, al precisar que hay «una persona detenida» que sería dueña del mineral.
El uranio se encontraba en el garaje de la planta baja de un edificio en el corazón de La Paz, a pocos metros de las embajadas de Estados Unidos y Brasil. No estaba en ningún tipo de recipiente especial, sino en bolsas plásticas y el gobierno informó que el mineral tenía forma rocosa.
El viceministro indicó que «nos llama la atención la cantidad, el proceso de manipulación de este tipo de material que debe estar sometido a cierto tipo de protocolo y de autorización especializada».
Afirmó que «todas las regulaciones del planeta generalmente señalan que el manejo del uranio es de monopolio exclusivo estatal, no es de uso ni manipulación de particulares».
El funcionario no detalló cómo se halló el mineral ni a dónde fue trasladado por la policía, que carece del equipo de seguridad propicio para esta tarea.
Tampoco informó si los vecinos del lugar fueron o serán sometidos a chequeos médicos de rigor, dada a la peligrosidad del material radioactivo.
Las dos toneladas fueron «trasladadas en bolsas (plásticas) a la intemperie, un material radioactivo manipulándose de manera directa de forma irresponsable, arriesgando la vida de las personas que están haciendo la manipulación del mismo», continuó el funcionario.
Según Pérez, el uranio «podría provenir del Brasil u otro país vecino, y probablemente la ruta sería Chile», aunque insistió que la investigación revelará información sobre el posible destino, su origen, y quiénes lo transportaban.
El presidente de la estatal Corporación Minera de Bolivia (Comibol), Héctor Córdova, acotó luego, en una entrevista con la radio privada Erbol, que «es preocupante y llama la atención» el hallazgo por la cantidad y el tipo de mineral.
Dijo que Bolivia no posee la tecnología para procesar uranio, a pesar de que en el país hay un yacimiento de ese mineral en el departamento andino de Potosí, al suroeste del país.
La prensa local especuló el año pasado que los gobiernos de Bolivia e Irán habrían alcanzado un acuerdo para explotar uranio, aunque La Paz lo negó tajantemente.
«Hay convenios internacionales que establecen la forma en que se debe manipular el material radioactivo, donde los estados intervienen. Hay formas de embalar y transportar que son muy controladas para que no haya daño a la población», dijo Córdova.
«Es verdaderamente sorprendente lo que acaba de descubrirse y hay que tomar todas las medidas para evitar cualquier daño a la población que se encuentra cercana al material», acotó.
Bolivia no cuenta con la tecnología y el conocimiento para enfrentar un eventual desastre de salud por componentes radioactivos.