En cuanto a la inflación observamos un éxito mayor. Reiteramos que existe la mayor disposición del Gobierno Bolivariano y los productores de ir cerrando esa brecha en los niveles de abastecimiento
En los últimos 10 años la producción en Venezuela se ha duplicado, al pasar de 17 mil millones de dólares al año en productos hechos en el país a más de 45 mil millones de dólares.
El Producto Interno Bruto (PIB) ha evolucionado de 80 mil millones de dólares, en 1998, a 350 mil millones de dólares en la actualidad, es decir, el país está explotado en materia de crecimiento. Asimismo las inversiones sociales del Gobierno Bolivariano han rondado los 500 mil millones de dólares. Y de colofón, en los últimos cinco trimestre la economía ha registrado crecimiento.
Consecuencia natural: Hoy la familia venezolana tiene mayor poder adquisitivo, consume más, compra más. Un resultado que, a pesar de ser positivo, obviamente tiene sus costos producto de la presión de demanda y la brecha que se genera entre ésta y la oferta.
El desabastecimiento y la inflación son derivaciones lógicas del escenario anterior. Sin embargo, gracias al compromiso y esfuerzo del Gobierno Bolivariano, esta brecha se está cerrando, aunque siempre que crezca la economía será necesario estar realizando ajustes. O sea, produciendo más.
Ahora bien, el otro escenario es cumplir con el libreto de la ortodoxia económica que reza que para reducir la inflación y evitar desabastecimiento, se debe restringir la demanda.
¿Y saben qué significa eso?: aumentar las tasas de interés, reducir el gasto en salud, educación, sueldos y salarios y para usted de contar. Así de sencillo, algo que se aplicó en el Gobierno de CAP II y que generó las consecuencias que todos sabemos: 27 de febrero del 89, por allá fumea.
Obviamente, con un pueblo con el bolsillo recortado, familias con el presupuesto chucuto, no habrá desabastecimiento, porque no habrá compradores, y ciertamente, los precios pueden tender a bajar para tratar de reactivar la demanda, hacer que la gente compre.
He aquí la gran diferencia entre el modelo nuestro y el neoliberalismo. Definitivamente, desde el Gobierno Bolivariano y desde los gremios como Fedeindustria, preferimos gerenciar y solucionar las consecuencias de la metamorfosis del desarrollo que vive la patria (entre ellas, el desabastecimiento), que poner a pasar trabajo al pueblo para que no hay desabastecimiento. En España y Grecia no hay desabastecimiento, porque la gente no tiene suficiente poder adquisitivo para comprar en cantidades que puedan generar escasez.
Este desabastecimiento puntual con que iniciamos el 2013 ya se está combatiendo con éxito. En cuanto a la inflación observamos un éxito mayor. Reiteramos que existe la mayor disposición del Gobierno Bolivariano y los productores de ir cerrando esa brecha en los niveles de abastecimiento.
Miguel Pérez Abad