Un edificio que abrigaba un hospital de campaña en la localidad de Ras Al Ain fue afectado por un bombardeo y los equipos se esforzaron para retirar sobrevivientes de los escombros, dijo el activista Abu Kinan a la AFP a través de la red Internet, aunque no fue capaz de ofrecer un saldo de víctimas
BEIRUT. Grupos islamistas y combatientes kurdos sirios libraban este viernes duros combates en la localidad siria de Ras Al Ain, fronteriza con Turquía, según testigos y fuentes opositoras, al tiempo que la comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, pidió al Consejo de Seguridad que se investiguen los crímenes de guerra en Siria.
La violencia se cobró decenas de víctimas el viernes.
En las proximidades de Damasco, la aviación gubernamental bombardeó varios focos rebeldes, inclusive Daraya, al tiempo que el ejército envió refuerzos a la ciudad que había sido controlada por rebeldes, informaron activistas locales.
Un edificio que abrigaba un hospital de campaña fue afectado por el bombardeo y los equipos se esforzaron para retirar sobrevivientes de los escombros, dijo el activista Abu Kinan a la AFP a través de la red Internet, aunque no fue capaz de ofrecer un saldo de víctimas.
Según el OSDH, por lo menos 119 personas murieron a causa de la violencia en toda Siria el viernes, incluyendo en la cuenta a 93 civiles.
En tanto, en la región de Ras al Ain, en las proximidades de la frontera con Turquía, islamistas y kurdos mantenían el viernes los feroces combates de la víspera.
«Miembros de grupos armados vinculados al Frente (yihadista) Al Nosra cruzaron la frontera turca con tres tanques para entrar en Ras al Ain» el jueves, afirmó un activista antirrégimen que dice llamarse Havidar a través de internet.
Según Mohamed, un habitante de Ras al Ain, los combates se intensificaron y se prolongaron, «después de que los combatientes kurdos recibieran refuerzos para hacer frente al asalto más violento lanzado por los rebeldes desde su llegada a la ciudad» en noviembre.
Desde el comienzo del conflicto en Siria hace 22 meses, los kurdos intentaron mantenerse al margen de la guerra, pero los rebeldes les acusan de hacerle el juego al régimen de Asad.
Los combatientes del Partido de la Unión Democrática Kurda (PYD), rama siria del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, rebeldes kurdos de Turquía), lucharon en numerosas ocasiones contra los islamistas de Al Nosra y Ghuraba al Sham en Ras Al Ain.
Los activistas dicen temer que Turquía, que apoya a los rebeldes, utilice a las tropas yihadistas en Siria en su lucha contra los kurdos.
«Los rebeldes no usaron los tanques para combatir al régimen, sino para bombardear Ras al Ain», afirmó Havidar.
La violencia en Siria estuvo en el centro del debate del viernes en un dividido Consejo de Seguridad de la ONU, donde Pillay ofreció un panorama sobre la rápida degradación de la situación en ese país.
Pillay pidió que se eleve el caso a la Corte Penal Internacional (CPI) para que investigue los crímenes de guerra en Siria.
«Pedí al Consejo que recurra a la CPI con el objetivo de que ésta investigue los crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, por todas las partes envueltas en el conflicto», indicó a la prensa Pillay tras informar al Consejo sobre la situación humanitaria en Siria.
De acuerdo con Pillay, las víctimas en Siria «ven una situación en la que la ONU no asume sus responsabilidades para protegerlas».
Rusia y China han usado su poder de veto para bloquear tres declaraciones que habían colocado sobre la mesa la posibilidad de pesadas sanciones contra el gobierno de Al Asad.
Este viernes, manifestantes ocuparon enormes espacios públicos en toda Siria para renovar el llamado a la caída de Al Asad y rendir tributo a las 87 víctimas de las explosiones ocurridas esta semana en la Universidad de Alepo.
El conflicto sirio ya dejó más de 60.000 muertos en poco menos de dos años, afirmó la ONU. El OSDH documentó 48.000 muertos, en su mayoría civiles.
De acuerdo con un conteo realizado por la AFP y al grupo Reporteros sin Fronteras, por lo menos 20 periodistas profesionales ya perdieron la vida en Siria, además de 40 ciudadanos que reportaban regularmente la situación mediante la red Internet. AFP
Siria: Matan a segundo
periodista en dos días
Un corresponsal de Al-Jazeera TV fue asesinado en Siria el viernes, el segundo periodista que pierde la vida en el mismo número de días en la brutal guerra civil.
La estación árabe informó que un francotirador disparó tres balas que mataron a Mohammed al-Masalmeh, de 33 años, mientras cubría los enfrentamientos entre fuerzas del régimen y rebeldes en el pueblo natal del reportero, en Busra al-Harir, en el sur de Siria. Al-Masalmeh, conocido también como Mohammed Hourani, tenía un contrato fijo con Al-Jazeera, de acuerdo con la estación, que indicó que la familia del periodista se encuentra refugiada en Jordania.
El jueves, el periodista belga Yves Debay murió al reportar los enfrentamientos en Aleppo, informó el Centro de Medios de Comunicación Aleppo, una red de activistas opuestos al régimen en esa ciudad siria. La red indicó que un francotirador que podría ser aliado de las fuerzas del régimen estaba colocado en el techo de la prisión central del Aleppo, cerca del distrito Museilmeh.
Se reportó que rebeldes sirios tomaron rehén a Debay y cruzaron la frontera con Turquía, donde un funcionario del Ministerio del Exterior dijo que el periodista fue pronunciado muerto al llegar al hospital el viernes por la mañana. De acuerdo con la autopsia inicial, Debay recibió un disparo en el corazón, informó el oficial turco. El funcionario no reveló su nombre porque no estaba autorizado a hablar con reporteros.
De acuerdo con el diario francés Le Monde, Debay nació en lo que entonces era el Congo Belga en 1954. Se unió al ejército belga pero se aburrió y se enlistó en el ejército blanco de Rodesia, que combatía a los guerrilleros marxistas negros.
Después de su periodo de mercenario, Le Monde indicó que Debay «satisfizo su pasión por la guerra» escribiendo para revistas especializadas en temas militares, incluyendo una revista por internet que él mismo fundó, «Asault».
AP