Los seres humanos tienen diversidad de opiniones sobre el infierno. Algunos lo toman a la ligera, otros aseguran que el infierno está en la tierra y los más osados se atreven a afirmar que no existe.
Desde Génesis hasta Apocalipsis las Santas Escrituras dejan bien especificado que el hombre tiene dos opciones luego de la muerte, el cielo o el infierno.
La Biblia le da diferentes nombres al infierno: fuego eterno, lugar de castigo, tormento eterno, lago de fuego y azufre, sufrimiento, etc. Pero ninguna de esas definiciones se acerca a lo que realmente padecerá quien pos sus pecados, sea condenado por el juicio de Dios.
“No os engañéis, Dios no puede ser burlado, todo lo que el hombre sembrare, eso también cosechará”, leemos en el libro de Gálatas, capítulo 6 versículo 7.
Lamentablemente muchas personas están dedicadas a hacer el mal, sin tomar en cuenta que hay un Dios justo y recto, que no acepta que se violen sus mandamientos.
No debemos aceptar una teoría que está siendo difundida por algunas sectas u organizaciones, en la cual se asegura que el infierno es un terror sicológico y que los sufrimientos de esta vida son suficientes para ganarnos el cielo.
“Pero los cobardes, los incrédulos, los abominables, los asesinos, los que cometen inmoralidades sexuales, los que practican las artes mágicas, los idolatras y todos los mentirosos, recibirán como herencia el lago de fuego y azufre, Esta es la segunda muerte”, sentencia la Palabra de Dios en el libro de Apocalipsis, capítulo 21, versículo 8.
El cristianismo no es una religión sino un estilo de vida con Jesucristo como nuestro Señor y Salvador.
Dios te bendiga y te guarde. Hasta el próximo encuentro con La Palabra de Dios
Lic. Beatriz Martínez (CNP 988)
«beaperiodista@hotmail.com
wwwlapalabradedios.blogspot.com