Cerca de 5,6 millones de israelíes comenzaron a votar este martes en las elecciones legislativas para elegir un nuevo parlamento, con el primer ministro de derecha, Benjamin Netanyahu, como claro favorito.
ISRAEL. A las 12:00 (10H00 GMT), la participación alcanzaba un 26,7%, en aumento con respecto a las elecciones legislativas de 2009 (23,4%). La cifra supone el nivel más alto de participación desde 1999, según la comisión electoral.
Las mesas, protegidas con estrictas medidas de seguridad, cerrarán a las 22H00 (20H00 GMT) y las cadenas de televisión empezarán entonces a publicar sus estimaciones.
Una de las incógnitas del escrutinio es la participación, estimada entre el 65% y el 70%. Las jornadas electorales son día festivo en Israel.
En un colegio del centro de Jerusalén, bajo un sol radiante, los electores entraban a votar regularmente pero sin largas colas. En Acre, en cambio, una zona mayoritariamente árabe, los colegios electorales estaban prácticamente vacíos, indicaron los periodistas de la AFP.
Netanyahu votó temprano junto a su esposa, Sara, y sus dos hijos en un colegio de Rehavia, un barrio elegante del centro de Jerusalén-Oeste donde está su residencia oficial.
Luego visitó el Muro de las Lamentaciones, donde siguiendo la tradición puso entre las piedras un papel con una oración («Con la ayuda de Dios, por el futuro de Israel»), explicó la prensa local.
En Gaza, el jefe del gobierno palestino de Hamas, Ismail Haniyeh, denunció la visita del primer ministro al lugar sagrado y pidió una «estrategia unificada», asegurando que los sondeos prevén «el cambio de un gobierno extremista a otro que todavía lo será más».
Incógnita sobre la
coalición gubernamental
Según los primeros sondeos publicados el viernes, la lista de la coalición de derecha que reúne al Likud de Netanyahu y al partido nacionalista laico Yisrael Beitenu, de Avigdor Lieberman, ganaría entre 32 y 35 escaños de los 120 que tienen la ‘Kneset’ (el parlamento).
La estrella de esta campaña electoral sin grandes sorpresas ha sido Naftali Bennett, el líder del partido ultranacionalista Hogar Judío, cercano a los colonos, y que según los sondeos podría ganar hasta 15 escaños.
En Jerusalén, una profesora de 32 años, madre de tres niños, dijo que votaría por Bennett. «Es fuerte y es religioso pero no es extremista, las familias jóvenes como nosotros nos podemos identificar con él, estamos hartos de Netanyahu», explicó.
Por su parte, Daniel, un joven de 18 años, votará por «Bibi» Netanyahu. «Es el mejor para el país, sabe dirigir y, en caso de guerra, hace realmente un buen trabajo», aseguró.
En el centro del espectro político, el Partido Laborista (16 o 17 escaños, según los sondeos), Yesh Atid (entre 10 y 13) y Hatnuá, el movimiento de la exministra de Relaciones Exteriores Tzipi Livni (7 u 8), no consiguieron ponerse de acuerdo para una coalición.
Nitza Salman, de 49 años, votará por Yesh Atid. «Si Netanyahu sigue siendo primer ministro se necesita gente para frenarle, para calmarle», cuenta esta madre de cuadro soldados.
Si se confirma la victoria de Netanyahu, la incógnita será la composición y la estabilidad de la próxima coalición, indican los expertos.
«Si los sondeos aciertan, las dificultades para Netanyahu empezarán esta misma noche», explica Yosi Verter, un analista del periódico Haaretz augurando negociaciones difíciles entre la derecha y la extrema derecha.
Los resultados definitivos no se anunciarán hasta a principios de la próxima semana. El presidente Shimon Peres empezará entonces sus consultas para determinar qué partidos tienen más posibilidades de formar una coalición.
AFP