Un cable submarino de fibra óptica cuyo tendido desde Venezuela a Cuba culminó hace casi dos años, comenzó a ser usado en forma experimental para llamadas telefónicas y conexiones de internet, informó este jueves el monopolio estatal de telecomunicaciones cubano.
«Desde el pasado 10 de enero se comenzaron a ejecutar las pruebas de calidad de tráfico de Internet sobre dicho sistema. Las mismas se realizan utilizando tráfico real desde y hacia Cuba», dijo la empresa Etecsa en un comunicado, publicado en el diario oficial Granma.
El cable de 1.600 km de largo, que costó unos 70 millones de dólares, debía entrar en operaciones a mediados de 2011 para acabar con las limitaciones en las comunicaciones de la isla, que La Habana atribuye a la imposibilidad de usar otros cables submarinos debido al embargo estadounidense.
El tendido del cable culminó en febrero de 2011 y las autoridades cubanas nunca dieron explicaciones sobre la demora para su entrada en operaciones, en un país donde muy pocos hogares tienen acceso a internet y las llamadas por teléfono al exterior son caras, pues las conexiones son satelitales.
El «cable submarino de fibra óptica a Cuba con Venezuela y Jamaica está operativo desde el mes de agosto del 2012, inicialmente cursando tráfico de voz correspondiente a telefonía internacional» y desde el 10 de enero conexiones de internet, dijo ahora Etecsa.
Sin embargo, advirtió que «cuando concluya el proceso de pruebas, la puesta en operación del cable submarino no significará que automáticamente se multipliquen las posibilidades de acceso» a internet en Cuba. «Será necesario ejecutar inversiones en la infraestructura interna de telecomunicaciones y aumentar los recursos en divisas, destinados a pagar el tráfico de Internet con el propósito de lograr el crecimiento paulatino de un servicio que brindamos hoy en su mayoría gratuitamente y con objetivos sociales», dijo.
El gobierno cubano privilegia el uso de internet a fines «sociales», por lo que ahora solo tienen conexiones las escuelas, institutos científicos y centros de comunicación, pero muy pocos hogares. Hasta el presente, sólo gozan del servicio en su casa profesionales como médicos y periodistas, autorizados por el gobierno, la prensa extranjera y los hoteles, que pagan su servicio en divisas.
La falta de información sobre la demora en la entrada en operación del cable propició toda clase de críticas y rumores, de los que se hicieron eco blogueros opositores.
AFP