Las familias de la zona aseguran que las instituciones públicas las mantienen en el olvido. Insisten en que las vías están suplicando un cariñito, pues no reciben una capa de asfalto desde hace muchos años
Una lesión en el pie derecho, producto de una caída cuando caminaba en su propia comunidad, dejó inactiva a Claudia Sánchez en días pasados. Con ésta, es la segunda vez que se tuerce una extremidad en un lapso de un poco más de 6 meses, pues las calles y aceras del barrio Ambrosio Plaza, ubicado en sector Corocito del municipio Tomás Lander, están en completo abandono, repletas de huecos, como en una típica escena de guerra. Los vecinos aseguran que las autoridades se han olvidado del sitio y que las vías están suplicando un cariñito. »No es la primera vez que me caigo caminando por el sector, me ha pasado en otras ocasiones, ya que las calles son muy irregulares. Son una maraña de huecos. A los adultos mayores nos resulta cada vez más difícil salir a comprar o hacer una diligencia porque no tenemos buen equilibrio y nos podemos lesionar con facilidad «, relató Sánchez, quien consideró que el riesgo es mayor si se llevan bolsas o algún contrapeso. Ante el pésimo estado de las transversales 1 y 2 de Ambrosio Plaza, los habitantes formularon un llamado al primer mandatario local, Julio César Marcano, para que ejecute con premura un plan de asfaltado para recuperar las caminerías y corredores viales, debido a que existe un importante número de discapacitados y adultos mayores que sufren las consecuencias de lo que ahora se ha transformado en una problemática colectiva. Adicional a ello, los residentes del lugar también señalaron que deben lidiar con irregularidades en el servicio de agua, pues insisten en que la tubería galvanizada de dos pulgadas que se instaló hace 30 años no cubre la demanda de las más de 100 familias que hacen vida en el sector. Así lo señaló Luis Díaz, quien es habitante de esta comunidad y explicó que a las viviendas ubicadas en la parte más alta les llega el líquido con poca presión. «Muchas veces tengo que turnarme el agua con la vecina de enfrente, debo esperar que ella haga sus oficios y llene sus recipientes para luego abrir el chorro y surtirme», enfatizó Díaz, al referir que llevan años esperando que la Dirección de Servicios Públicos de Ocumare o Hidrocapital sustituya la tubería galvanizada por ductos de plástico de mayor diámetro, a fin de frenar las filtraciones que afectan a algunas casas y optimizar la calidad del líquido que arrastra todo el sucio de la vieja tubería. »No encuentro palabras para describir el abandono y la falta de atención de las autoridades, quienes jamás se han presentado a este lugar para sostener una mesa de trabajo con los vecinos y dar una solución a nuestros problemas», sostuvo el cabecera de familia, al criticar la presunta ineficiencia de las autoridades e instituciones municipales.
MIP-TUY Agencia/Julio Materano @comunicaccs