NUEVA YORK. Una nueva cepa de la infección estomacal que ha extendido por el mundo está plagando Estados Unidos, advirtieron las autoridades de salud pública.
Desde septiembre, más de 140 brotes en Estados Unidos han sido causados por la nueva cepa Sydney de norovirus. La nueva cepa podría no ser inusualmente peligrosa y algunos científicos así lo creen. Pero es diferente, y muchos afectados podrían no ser capaces de resistir sus efectos.
Pero está teniendo su impacto. La nueva cepa ha enfermado gente en Japón, Europa Occidental y otras partes del mundo. Fue identificada el año pasado en Australia y se le conoce como cepa de Sydney.
En Estados Unidos, representa un 60% de los brotes de norovirus, según un informe difundido el jueves por los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades.
El norovirus —otrora conocido como virus de Norwalk— es altamente contagioso y suele propagarse en escuelas, cruceros navales y guarderías. Se atribuyó a la nueva cepa un brote en el buque Queen Mary II el mes pasado durante un crucero por el Caribe.
El virus causa vómitos y diarrea durante algunos días.
Cada dos o tres años se desarrolla una nueva cepa. La anterior fue en el 2009. La de Sydney ha coincidido con un aumento en los casos de gripe.
Ian Goodfellow, un prominente investigador en la Universidad de Cambridge, en Inglaterra, califica el norovirus como «la Ferrari de los virus» por la velocidad a la que se propaga por un grupo grande de personas.
«Puede propagarse muy, muy rápidamente. Uno puede sentirse muy bien en un momento y pocas horas después padecer continuos vómitos y diarrea», agregó.
Las autoridades de la salud han perfeccionado los métodos para detectar nuevas cepas y determinar cuál es culpable. Ahora saben que el norovirus es también la causa más común de intoxicación alimenticia en Estados Unidos.
Se propaga por medio de cocineros o quienes manipulan alimentos y no se lavan bien las manos después de ir al baño. Pero al contrario que la salmonela y otras enfermedades alimenticias, el norovirus también puede propagarse por el aire, por medio de gotitas que saltan cuando una persona enferma vomita.
«Es un dolor de cabeza» tratar de controlarlo, dijo el doctor John Crane, un especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de Buffalo que hace un par de años tuvo que lidiar con un brote de norovirus en una sala de hospital.
Cada año, los norovirus causan unos 21 millones de infecciones y 800 muertos, dijeron los Centros.
Para los infectados no hay un remedio específico. Deben aguantarse durante uno o dos días de los síntomas más severos y precaverse de la deshidratación, dicen los expertos.