El piloto venezolano realizó una gran actuación junto a sus compañeros Ryan Dalziel, Allan McNish y Sebastian Bourdais
El piloto venezolano Álex Popow arribó en la sexta posición en la edición 51 de las 24 Horas de Daytona, carrera de apertura del campeonato Rolex Grand Am que culminó el domingo en el trazado ubicado en la península norteamericana de Florida.
Popow, al volante de un Ford Riley del equipo Starworks Motorsports, junto a sus compañeros Ryan Dalziel, Allan McNish y Sebastien Bourdais, batallaron en el pelotón de vanguardia durante 21 horas, en las que llegaron a liderar el pelotón, pero antes de llegar al mediodía del domingo, un contratiempo mecánico los envió a la zona de reparaciones que les hizo perder hasta 14 giros, privándolos de la posibilidad de luchar por la victoria final.
En su último turno de manejo cumplido a las 10 de la mañana del domingo, el anzoatiguense Popow también sufrió un momento de tensión cuando se reventó el neumático delantero derecho del Ford Riley número 2 con el auspicio de Soloson Import, falla que provocó la rotura en la carrocería que fue sustituida durante la detención en los pits.
Sin embargo, el problema que acabó con las opciones de Popow y sus compañeros fue la rotura de una línea de frenos del Ford Riley, falla que los hizo perder cerca de media hora en el área de reparaciones. El cuarteto Popow-Dalziel-McNish-Bourdais completó un total de 696 vueltas.
La victoria absoluta en las 24 Horas de Daytona correspondió al BMW Riley del equipo Ganassi Racing, máquina que manejaron el colombiano Juan Pablo Montoya, los norteamericanos Scott Pruett y Charlie Kimball, el mexicano Memo Rojas y el neozelandés Scott Dixon, quinteto que recorrió 709 vueltas, trayecto en el que demostró una incuestionable superioridad, al encabezar la prueba durante más de dos terceras partes de la distancia.
El récord de vuelta quedó en poder de los ganadores, al fijar un inalcanzable 1’41”327, mientras el auto manejado por Popow consiguió señalar 1’43”170, vale decir, cerca de dos segundos más lento. El volante escocés Ryan Dalziel comentó que la única manera que habían podido luchar por la victoria era haber contado con unos 50 caballos de potencia adicionales en el motor, algo que las autoridades de la categoría restringieron al imponerle un límite máximo de 7000 RPM, 300 menos a las empleadas hasta el año pasado.