Mens sana in corpore sano, (mente sana en cuerpo sano), el poeta romano Juvenal (Decimus Iunius Iunvenalis) hace dos mil años en sus sátiras, anteponía una mente sensata y equilibrada para tener un cuerpo sano y saludable., de tal manera si la mente no inspira confianza, el cuerpo estará enfermo. Las acciones y comportamientos corporales están íntimamente unidos al cerebro. La mente insana desequilibra las inhibiciones naturales, la conciencia de los actos y en consecuencia, el comportamiento moral y ético del ser humano, hasta convertirse en el “homo hominis lupus”, el hombre es lobo para el hombre, enfermando a la sociedad y convirtiéndola en un colectivo de apetencias delictuosas y de ambiciones desmedidas contagiando en estampidas caóticas la vida en comunidad y transformarla en lo que llamó Juan Jocobo Rousseau “el hombre nace bueno y la sociedad lo corrompe”. No todo comportamiento de la psiquis proviene de causas genéticas porque en la escala de enfermedades mentales se origina desde la oligofrenia hasta la esquizofrenia, pero entre estos extremos, se encuentra la paranoia, que es la enfermedad mental más peligrosa.
El paranoico, con piel cordero, en su cuerpo habita no solo el lobo sino la hiena que se divierte con la sangre de la víctima. Esto tipos de enfermos de paranoia, son psicópatas neuróticos, que se desenvuelven socialmente pero incuban en su mente, en su alma y en su cuerpo el delito, desde el mas leve hasta el mas grave contra personas y bienes. En Venezuela estamos viviendo neurosis de angustia, de miedo y de estrés debido a que la paz y la tranquilidad se han perdido en todas las clases sociales.
Este somero análisis sobre las enfermedades mentales, viene al caso en lo que estamos viviendo en nuestro querido país. Hechos de sangre, secuestros y robos que en el transitar diario, es peor que andar de noche en una selva.
La decencia, la comprensión y el respeto han desaparecidos y muchos adolescentes piensan en el momento, en el día y no en un futuro de hogar, trabajo y vivir en una sociedad en paz y ello, no se arregla con más policías, más represión y más cárceles.
La privación de libertad en nuestro país es genocida, los presos sometidos a torturas psíquicas y moral, a cadena perpetua y pena de muerte por el hacinamiento de depósitos de seres humanos sin clasificación del delito, sin examen médico de enfermedades corporales y salud mental.
Se impone de urgencia, sancionar la ley de sanidad mental, obligatoria y expidiéndose certificado de estado psíquico a partir del maternal y para la admisión de escolaridad. Asimismo, para optar a cargos públicos y en empresas privadas. Por otra parte, los jueces penales al sustanciar una causa, deberán ordenar un examen de salud mental al procesado y ello conlleva, la creación de institutos de reclusión para la rehabilitación mental y social.
Cesáreo José Espinal Vásquez
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