La rubia de ojos claros hizo carrera de la belleza y fue modelo en su adolescencia
La conocida actriz Cameron Díaz cumplió ayer 40 años enganchada a las dietas proteicas y los gimnasios para luchar contra el inexorable paso del tiempo y seguir siendo una de las guapas más cotizadas de la industria de Hollywood.
Rubia de ojos claros, pómulos marcados y amplia sonrisa, esta californiana de catálogo de revista hizo carrera de la belleza, fue modelo en su adolescencia, y su desparpajo le abrió las puertas del cine donde debutó en la comedia musical «The Mask» allá por 1994.
Casi dos décadas después, Díaz continúa disfrutando de la playa como una quinceañera, es aficionada al surf aunque eso le haya supuesto alguna rotura de nariz, y considera que, como el buen vino, ella también gana con los años.
«Mi trasero está más levantado que cuando tenía 20. Esto es lo que la gente no entiende, si cuidas tu cuerpo, mejora. Absolutamente», explicó la intérprete.
Sus músculos dan fe de las horas que dedica Díaz a ponerse en forma, un proceso con el que disfruta y que incluye levantamiento de pesas, pilates y ejercicios aeróbicos, y que acompaña con una alimentación muy definida.
«A medida que me hacía mayor me di cuenta de que me costaba un poco más digerir lo que comía y pensé que no era justo para mi cuerpo hacer eso. Si le das un montón de basura todo el tiempo se deteriorará más rápido, así que paré», contó la actriz.
Díaz, en otra época adicta a las patatas fritas, optó por desayunos fuertes a base de huevos, tomates y cereales, almuerzos de carne, pescado y marisco fresco, y se apuntó a la dieta sin «comida blanca», aquella que restringe los productos con mucho almidón y los que adquieren ese color durante su procesamiento, como el arroz.
Agencias