En el sector El Brillante del cerro Güiri Güire, en Maiquetía, fallecieron asfixiadas, Gladys Enrique Arvelo de Verghel, de 80 años de edad y Omaira Josefina Verghel de Santana, 62 años de edad, madre y hermana del primero. Otras dos personas resultaron lesionadas y dos niños pudieron ser rescatados a tiempo por vecinos
José Octavio Verghel Arvelo, de 53 años de edad murió calcinado en la entrada de la vivienda del sector El Brillante del cerro Güiri Güire, en Maiquetía estado Vargas, cuando trató de rescatar a su madre de las llamas que prendieron la vivienda producto presuntamente del recalentamiento de una regleta donde estaban conectadas las luces del arbolito de Navidad. En el sitio fallecieron asfixiadas, Gladys Enrique Arvelo de Verghel, de 80 años de edad y Omaira Josefina Verghel de Santana, 62 años de edad, madre y hermana del primero.
El siniestro se produjo aproximadamente a las 4:30 de la madrugada. El corto circuito aparentemente en la conexión prendió en fuego el árbol de Navidad y las llamas se propagaron hacia dos habitaciones, la cocina, el comedor y el porche mientras la familia dormía. Los vecinos ayudaron a salir ilesos a dos niños identificados como kendry Pavón (8) y Rubén Pavon (5), mientras con quemaduras fueron llevados al hospital Periférico de Pariata, Carlos José Rondón, de 62 años de edad, quien presentó quemaduras en la espalda y José Méndez Montaner, de 42 años, con el mismo tipo de lesiones en el rostro.
Uno de los lesionados está delicado de salud. Sufrieron las quemaduras cuando se metieron a la casa incendiada para auxiliar a las víctimas. José Octavio Verghel, comerciante propietario de un kiosko en playa Sheraton, murió quemado al ingresar a la casa para tratar de salvar a su madre, quien también falleció irremediablemente en una de las habitaciones. Por la intensidad del fuego se derritió el recubrimiento de petróleo de las láminas de Acerolit del techo y la sustancia le cayó encima al hombre que quedó calcinado en la entrada de la residencia.
Efectivos de los Bomberos del estado Vargas, acudieron al sitio para tratar de sofocar las llamas, pero no pudieron socorrer a las víctimas. La valiente labor de los vecinos y otros familiares permitió sacar con vida a los pequeños que resultaron ilesos pese a haber estado expuestos a la combustión de gases tóxicos en la vivienda. Gladys Arvelo era suegra de un funcionario del Cicpc adscrito a la entidad.