Qué dolor sentimos los venezolanos cuando en nuestras cárceles venezolanas ocurren tragedias como la de Uribana, donde hubo centenares de víctimas presas de su libertad y donde la justicia lejos de regenerar son candados de encierro en esos depósitos infernales e inhumanos que tristemente sólo conduce a una existencia miserable; de seres que un día atentaron contra la justicia y hoy son tratados más que animales; para finalmente desaparecer cientos de vidas en una guerra brutal, donde las armas relucen sin respuesta alguna por parte del Gobierno Nacional. ¡Decretos y más decretos pero no vemos resultados!
Son catorce años de este Gobierno chavista y siguen culpando a la llamada cuarta república, ya basta, la ministra Iris Varela debe renunciar ; lo he solicitado públicamente como venezolana, madre, abogada, diputada ante el Consejo Legislativo de Miranda y dirigente de Primero Justicia, por todo esto sin duda que el cargo le quedó grande. ¡Basta de experimentar! ,de no saber qué hacer en materia de Política Penitenciaria.
Qué pena nacional, que las lágrimas de madres y demás familiares de las victimas de Uribana golpeen las puertas de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y que la Alta Comisionada Navi Pillay, tenga que lamentar la muerte de los reclusos tras el motín registrado, responsabilizando a las autoridades por los hechos. ¡Sí, hay un un alarmante patrón de violencia en nuestras cárceles venezolanas!
No puede ser que los reclusos estén totalmente hacinados, y muchos de los internos estén encerrados de “forma preventiva” en espera de juicio durante mucho tiempo. El gobierno venezolano confirmó el domingo pasado que en el motín registrado en el Centro Penitenciario de la región Centro Occidental murieron 58 personas y 46 resultaron heridas, pero se dice que son muchas más.
Mi mensaje solidario resalta la importancia de gobernar para el pueblo de darle un parao a la inseguridad y definitivamente confrontar el problema de las cárceles, donde todos los sectores del país se sientan en una mesa a buscar soluciones, es por esto que siempre repito, hay que seguir el modelo de Henrique Capriles en Miranda quien gobierna para todos por igual sin diferenciar ideologías políticas. No como el vicepresidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quien está al frente de un Gobierno, incapaz de resolver los problemas y sumándose ahora la masacre de Uribana.
¡Hermanos venezolanos no permitamos que voces como la de Raúl Castro se metan en nuestra política de Estado, en nuestros problemas. Ya tenemos bastante con nuestro Presidente lejos del país sin saber que está pasando realmente, cobijado en la Habana Castrista!
Flavia Martineau