El suceso, sin precedentes en el puerto -considerado uno de los sitios más violentos del país por la acción del narcotráfico- se registró hacia las primeras horas del lunes, cuando las seis españolas, siete hombres de la misma nacionalidad y una mexicana se encontraban en una casa de alquiler ubicada a un costado de la playa de la población Barra Vieja, que forma parte de la exclusiva zona Punta Diamante.
De acuerdo con declaraciones judiciales de las víctimas, un grupo de cinco hombres armados y con los rostros cubiertos irrumpió en la casa, amordazó a los españoles y a la mexicana con cables de celulares y cordones de trajes de baño, y abusó de las europeas durante unas dos horas y media, informó el alcalde de Acapulco, Luis Walton Aburto.
La casa de alquiler se encuentra en una zona de bungalows y restaurantes instalados sobre la playa.
Aburto provocó la sorpresa de la prensa mexicana e internacional cuando dijo el lunes por la noche en rueda de prensa que el crimen «es muy lamentable, pero esto sucede en cualquier parte del mundo».
«Yo considero que esto no es (producto) de la delincuencia organizada, sino que debe ser de algunos delincuentes del orden común», dijo horas más tarde a la prensa, luego de asegurar que este crimen «por supuesto que sí afecta a Acapulco».
La Cancillería mexicana, por su parte, dijo en un comunicado que «lamenta las agresiones ocurridas», y aseguró que los españoles han contado con «la debida asistencia consular» por parte de funcionarios de la embajada de España en México.
El Departamento de Prensa de la embajada de España en México dijo a la AFP que toda la información sobre el tema será difundida por el gobierno de su país en Madrid, en tanto que la prensa mexicana ha dicho que las víctimas ya fueron trasladadas a Ciudad de México.
La oficina de Comunicación del estado de Guerrero, al que pertenece Acapulco, indicó a la AFP que en las próximas horas se darán nuevos reportes sobre las investigaciones.
Según el diario La Jornada, los violadores mantuvieron a los hombres y a la mexicana amordazados en distintas habitaciones de la casa de alquiler, y al marcharse se llevaron unos 600 dólares en efectivo, seis teléfonos celulares, dos tabletas digitales, tres cámaras fotográficas, un reproductor de música y dos tarjetas de crédito.
El mismo diario indicó que las víctimas pidieron auxilio telefónico a las autoridades locales y que presentaron sus denuncias ante una oficina de la fiscalía estatal en Acapulco, adonde llegaron acompañadas por el secretario de turismo local y la fiscal de Guerrero, Martha Elba Garzón.
Agentes del Operativo Guerrero Seguro -establecido en el marco de la lucha antidroga y en el que participan policías federales y militares- se encuentran en la búsqueda de los agresores, según el gobierno de Acapulco, ubicado 386 km al sur de Ciudad de México.
El puerto se ha convertido en una de las ciudades más violentas de México por las constantes confrontaciones entre narcotraficantes y de éstos contra las fuerzas de seguridad, según el gobierno, que cifra en más de 70.000 los muertos en todo el país por estos enfrentamientos desde diciembre de 2006.
Ante el incremento de las actividades de los narcotraficantes, pobladores de una zona de Guerrero conocida como Costa Chica han creado grupos de autodefensa, que han implementado retenes y cercos en sus comunidades por lo que consideran «un vacío de poder».
El sábado pasado, dos turistas mexicanos que viajaban de la capital mexicana a Playa Ventura, del municipio de Ayutla, fueron baleadas presuntamente por dichos grupos de autodefensa, al no detenerse en uno de sus retenes.
Sin embargo, en general la violencia no toca a los turistas que acuden al puerto de Acapulco o al resto del estado.
«En Guerrero y Acapulco ha sido creciente la delincuencia, aunque venía disminuyendo hasta ahora que sucedió esto lamentable», dijo Aburto en entrevista con la radioemisora Formato 21.
El suceso, sin precedentes en el puerto -considerado uno de los sitios más violentos del país por la acción del narcotráfico- se registró hacia las primeras horas del lunes, cuando las seis españolas, siete hombres de la misma nacionalidad y una mexicana se encontraban en una casa de alquiler ubicada a un costado de la playa de la población Barra Vieja, que forma parte de la exclusiva zona Punta Diamante.
De acuerdo con declaraciones judiciales de las víctimas, un grupo de cinco hombres armados y con los rostros cubiertos irrumpió en la casa, amordazó a los españoles y a la mexicana con cables de celulares y cordones de trajes de baño, y abusó de las europeas durante unas dos horas y media, informó el alcalde de Acapulco, Luis Walton Aburto.
La casa de alquiler se encuentra en una zona de bungalows y restaurantes instalados sobre la playa.
Aburto provocó la sorpresa de la prensa mexicana e internacional cuando dijo el lunes por la noche en rueda de prensa que el crimen «es muy lamentable, pero esto sucede en cualquier parte del mundo».
«Yo considero que esto no es (producto) de la delincuencia organizada, sino que debe ser de algunos delincuentes del orden común», dijo horas más tarde a la prensa, luego de asegurar que este crimen «por supuesto que sí afecta a Acapulco».
La Cancillería mexicana, por su parte, dijo en un comunicado que «lamenta las agresiones ocurridas», y aseguró que los españoles han contado con «la debida asistencia consular» por parte de funcionarios de la embajada de España en México.
El Departamento de Prensa de la embajada de España en México dijo a la AFP que toda la información sobre el tema será difundida por el gobierno de su país en Madrid, en tanto que la prensa mexicana ha dicho que las víctimas ya fueron trasladadas a Ciudad de México.
La oficina de Comunicación del estado de Guerrero, al que pertenece Acapulco, indicó a la AFP que en las próximas horas se darán nuevos reportes sobre las investigaciones.
Según el diario La Jornada, los violadores mantuvieron a los hombres y a la mexicana amordazados en distintas habitaciones de la casa de alquiler, y al marcharse se llevaron unos 600 dólares en efectivo, seis teléfonos celulares, dos tabletas digitales, tres cámaras fotográficas, un reproductor de música y dos tarjetas de crédito.
El mismo diario indicó que las víctimas pidieron auxilio telefónico a las autoridades locales y que presentaron sus denuncias ante una oficina de la fiscalía estatal en Acapulco, adonde llegaron acompañadas por el secretario de turismo local y la fiscal de Guerrero, Martha Elba Garzón.
Agentes del Operativo Guerrero Seguro -establecido en el marco de la lucha antidroga y en el que participan policías federales y militares- se encuentran en la búsqueda de los agresores, según el gobierno de Acapulco, ubicado 386 km al sur de Ciudad de México.
El puerto se ha convertido en una de las ciudades más violentas de México por las constantes confrontaciones entre narcotraficantes y de éstos contra las fuerzas de seguridad, según el gobierno, que cifra en más de 70.000 los muertos en todo el país por estos enfrentamientos desde diciembre de 2006.
Ante el incremento de las actividades de los narcotraficantes, pobladores de una zona de Guerrero conocida como Costa Chica han creado grupos de autodefensa, que han implementado retenes y cercos en sus comunidades por lo que consideran «un vacío de poder».
El sábado pasado, dos turistas mexicanos que viajaban de la capital mexicana a Playa Ventura, del municipio de Ayutla, fueron baleadas presuntamente por dichos grupos de autodefensa, al no detenerse en uno de sus retenes.
Sin embargo, en general la violencia no toca a los turistas que acuden al puerto de Acapulco o al resto del estado.
«En Guerrero y Acapulco ha sido creciente la delincuencia, aunque venía disminuyendo hasta ahora que sucedió esto lamentable», dijo Aburto en entrevista con la radioemisora Formato 21.