Recordemos que todo aquel que ha atentado o que atente contra gobierno democrático es un golpista. El pueblo recuerda porque su memoria esta vigente.
Sería interesante preguntarle a una madre, hermano o cualquier otro familiar que haya tenido la desgracia de peder un familiar victima de un Golpe Militar sangriento como lo fue el de 4 de febrero de 1992. Recordar esa fecha es ver con horror la sangre inocente derramada por un pueblo que no tenía razón de morir.
Sin embargo a los derrotados se le brindo la oportunidad de tomar el camino de la democracia y tienen el tupe de conmemorar ese bochornoso y ensangrentado suceso que atento contra un gobierno democrático electo por el pueblo, bueno o malo nunca pudieron ser las bayonetas traidoras las que se apoderaran del poder.
Se hace necesario preguntarles a los cabecillas de tan sanguinolento día si les parecería lógico celebrar el derrocamiento de Salvador Allende, solo mencionaremos a este de los muchos que se han vivido en Venezuela y el mundo, seguramente la respuesta de los golpistas venezolanos sería que si estamos locos para hacer tal cosa.
Ahí se pone interesante el proceso histórico de los llamados revolucionarios ya que ello no admiten si no lo que sale de su propia ideología comunista, de hecho acusar a todos los no están con ellos de golpista es una felonía convertida en demagogia política, quizás el clon actual quiere imitar a su amo, lamentable o afortunadamente hay que tener mucha personalidad y mucho guáramo y nunca podrá hacerlo un patiquín de caricatura.
Por otro lado esa gastadera de dinero en realizar grandes concentraciones que no beneficia en nada ni al partido de gobierno y mucho menos al país, ese dinero debería ser utilizado en mejorar el nivel de vida de la gente más humilde y no seguir haciéndole creer al pueblo una realidad inexistente.
El 4 de febrero debería ser una mancha para la Las Fuerzas Armadas Nacionales que juraron defender a la patria y no tienen por que aceptar que un grupo de facinerosos sean los que los que le marquen la moral de y en donde vemos a muchos, que ya no son militares activos, usando el uniforme glorioso de nuestra institución castrense.
Lo que se celebró el pasado 4 de febrero es todo lo contrario de lo que encierra el amor a nuestra nación, a su Constitución y los más altos enunciados de nuestro Padre de de La Patria “Simón Bolívar.
Impulsemos a Venezuela hacia un camino de libertad y de respeto sin golpistas convertidos en grandes demócratas y culpables de ese fatídico 4 de febrero, el día que la sangre inocente se derramó en el suelo de la patria masacrados por un grupo de traidores que se creen los salvadores del pueblo y que demostró la incapacidad de poder vencer a los militares llenos de principios y orgullo por defender al país a costa de sus propias vida.
Sólo pensar en eso debería llenar de vergüenza a los organizadores y los que hoy pretenden hacer del 4 de febrero un día de fiesta nacional cuando realmente es todo lo contrario ya que se rindieron como mansos corderos ante la realidad nacional, por eso no hay que comer cuento solo hay que recordar la historia. Recordemos que todo aquel que ha atentado o que atente contra gobierno democrático es un golpista. El pueblo recuerda porque su memoria esta vigente
Salomon Benshimol R./ sbenshimol@yahoo.com