NUEVA YORK. Una ventisca empezó a azotar el viernes el noreste de Estados Unidos, reduciendo la semana laboral para millones de personas que temían quedarse atrapadas en las carreteras, dado que las autoridades ordenaron el cierre de las vías antes de la nevazón que según meteorólogos podría superar récords.
Las autoridades se prepararon para la poderosa tormenta, que ya provocó un masivo atochamiento de tráfico en el sur de Maine y llevó a los organizadores de un campeonato de trineo del país a posponer una esperada carrera prevista para el sábado.
Con lo peor del frente climático aún por llegar, los gobernadores de Massachusetts, Rhode Island y
Desde Nueva York a Maine la tormenta se desarrollaba gradualmente, volcando una ligera nieve, pero funcionarios recomendaron a los residentes que permanecieran en sus casas, en lugar de arriesgarse a quedar atascados en las calles cuando la ventisca empiece a tomar fuerza.
Funcionarios de toda la región cerraron escuelas y más de 3.000 vuelos fueron cancelados. Varios miles de usuarios se quedaron sin energía eléctrica en Nueva Jersey y hacia el sur, aunque las autoridades dijeron que el número posiblemente subirá a medida que la tormenta y los vientos se vayan intensificando.
Gobernadores y alcaldes ordenaron a trabajadores públicos no esenciales que se quedaran en sus casas, instaron a los empleadores a hacer lo mismo, dijeron a las personas que se prepararan para cortes de energía y los alentaron a visitar a vecinos ancianos o discapacitados que puedan necesitar ayuda.
En su máximo nivel, las ráfagas de viento podrían alcanzar 105 kilómetros por hora, destacó. La nevada más abundante de Boston, de 70,1 centímetros, ocurrió en el 2003.
Luego de años de muy poca nieve en la región, las personas cuyos medios de vida dependen de los esquiadores y motonieves celebraban la llegada de la ventisca.
En la Ciudad de Nueva York, que aun no se recuperó totalmente de los efectos del devastador huracán Sandy en octubre, funcionarios dijeron que habían equipado a 1.800 camiones del Departamento de Salud con palas de nieve, preparados para ser desplegados.
En el estado de Nueva Jersey, también golpeado por el Sandy, funcionarios preveían importantes inundaciones costeras, fuertes vientos, y posibles condiciones de nieve muy fuertes en la región noreste del estado.
La vida no era más sencilla para los que querían viajar. Más de 3.000 vuelos fueron cancelados el viernes y cerca de 1.000 fueron suspendidos para el sábado, de acuerdo al sitio web de seguimiento FlightAware.com.
Los aeropuertos más afectados eran los del área de Nueva York, Boston y Toronto.
Agencias