Ronalis Mirelis Burgos Arteaga, de 18 años de edad, residía en Cartanal, en Los Valles del Tuy y este viernes viajó a Caracas para asistir a una fiesta en el barrio El Observatorio de la parroquia 23 de Enero. Esa noche hubo un tiroteo y recibió dos disparos por la espalda que acabaron con su vida.
Burgos era madre de un niño de apenas mes y medio de nacido. Cursaba el 4to año de bachillerato en el liceo 27 de Julio de Cartanal. Cuando Salió a la zona oeste de la capital para asistir a una fiesta no le dijo a su familia con quién estaría. La mañana del sábado los sorprendió la desgracia.
Sus deudos contaron que la jovencita salió de casa el jueves. La mañana del sábado recibieron una llamada de una amiga de la infortunada. Les dijo que Ronalis recibió dos tiros cuando estaba en una fiesta y que alguien la llevo al hospital Miguel Pérez Carreño donde murió.
Ramón Burgos dijo que su hija tenía sus pertenencias. Solo les dijeron que hubo un enfrentamiento entre bandas delictivas cuando entre la música y la celebración un grupo de personas compartía. Uno de los disparos impactó a la joven madre en el pecho quitándole la vida.
Cuando su hija salió de casa el jueves le dejó el niño a su madre para que se lo cuidara porque supuestamente iba a visitar a una tía en Lomas de Urdaneta. No llegó a su destino y todo parece indicar que utilizó eso como pretexto para acudir a una fiesta donde la esperaba la muerte. “No supimos más de ella porque ni siquiera llamó por teléfono”, comentó.
Burgos dijo que la inseguridad “está increíble”. “Así llegue a saber quién mató a mi hija esto quedará impune. Cuando le matan un hijo a un fiscal salen políticos a dar la cara. Gente inocente queda atrapada en líneas de fuego. Esto se lo llevó quien lo trajo. Dios sabrá hacer justicia”, expresó.
El cadáver de la jovencita que era la tercera de cuatro hijos de ese matrimonio, fue registrado con el número 153 del mes de febrero en la morgue de Bello Monte, en Caracas.