A punta de disparos, piedras y bombas molotov fueron recibidos la madrugada de este lunes, tres fiscales del Ministerio Público y efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana, tras intentar la desocupación de 150 personas que meses atrás tomaron de manera ilegal las instalaciones del edificio Musilla, ubicado en la calle 3-B de la mencionada urbanización. Los funcionarios llevan 23 días pernotando a las afueras del lugar tratando hacer cumplir la orden judicial
Luego de 23 días esperando el desalojo voluntario de 150 invasores que habitaban desde unos meses el edificio Musillama, ubicado en la calle 3-B de La Urbina del municipio Sucre, tres fiscales del Ministerio Público y funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), decidieron proceder con la desocupación en horas de la madruga de este lunes. Pese a que fueron recibidos con disparos y bombas molotov lograron el abandonó total del inmueble, operación en la que resultaron detenidas al menos unas 30 personas y si incautaron dos armas de fuego.
Según se pudo conocer de manera extraoficial, el cuerpo de seguridad y la comisión del mencionado ente público, precedieron a la orden judicial, puesto que los tomistas no accedieron a ningún acuerdo con representantes del Ministerio Vivienda y Hábitat, quienes presuntamente le ofrecieron en reiteradas ocasiones una solución habitacional, siempre y cuando accedieran a salir del lugar.
Desde un primer momento los tomistas- provenientes de varios sectores de la parroquia Petare -se resistieron a la desocupación agrediendo a los uniformados con piedras y explosivos. Sin embargo eso no impidió que los efectivos militares tomaran las riendas del asuntos acordonando de extremo a extremo los alrededores del edificio a fin de darle cumplimiento a la medida judical.
Aunque la situación parecía estar controlada, durante todo este tiempo se mantuvo la calle cerrada, específicamente desde el final de la autopista Francisco Fajardo hasta la entrada de La Urbina, donde no se les permitía la salida y entrada a cualquier familiar y persona, medida de presión para lograr evacuar el inmueble.
Tomaron las riendas
En vista de que habían pasado más de 20 días y los tomistas no quisieron establecer ningún acuerdo con el Gobierno y sólo exigían que se les concediera una vivienda sin querer hacer los procedimientos legales para adquirirla, también se resistían a ser identificados para corroborar si se estaban registrados en la data de beneficiados de la Misión Vivienda, los oficiales no tuvieron más opción que la intervención.
De acuerdo a la versión de algunos testigos, los invasores al percatarse de la intención de los oficiales, comenzaron a disparar a diestra y siniestras, a lanzar piedras y bombas molotov, a fin de evitar la desocupación, “la mayoría quisieron escudarse con mujeres embarazadas y niños para frenar el procedimiento, lo que obligó a los uniformados a utilizar la ballena y gases para evitar el enfrentamiento”.
Los ánimos se mantuvieron caldeados hasta que los funcionarios castrenses lograron la detención de 30 personas, así como el decomiso de dos armas de fuego, que se encontraban en poder de los implicados.
Tras ellos los tomistas accedieron a desalojar el inmueble, donde habían pernotado hace tres meses, totalmente amueblado con camas, equipos de sonido, neveras, cocina y cualquier otro electrodoméstico.
Al cierre de esta edición, los ocupantes aún se encontraban retirando sus enseres. Cabe destacar, que pese a asegurar no tener recursos para la adquisición de una vivienda en el mercado inmobiliario los invasores salieron del lugar a bordo camionetas y carros último modelo. Por lo que comerciantes y oficiales dudaron de la necesidad de estas personas.
Custodiarán zona industrial
En alerta y custodiando la mencionada zona, se mantendrán desplegados funcionarios de la Guardia Nacional en conjunto con Polisucre y Polimiranda, esto a fin de evitar que el edificio, donde antiguamente estaba en construcción una policlínica vuelva a ser tomado ilegalmente por grupos invasores.
A pesar que actualmente se desconoce que utilidad se le dará al edificio, se pudo conocer extraoficialmente estará protegido las 24 horas del días, con la intención de no se convierta en guarida de delincuentes.
Interrumpen labor de los medios
Durante el proceso de desalojo, fue interrumpido la labor del equipo reporteril del Diario La Voz, en la que un grupo de funcionarios de la Guardia Nacional obligó al reportero gráfico la eliminación de la fotografías tomadas durante la cobertura de la noticia.
Uno de los uniformados procedió a quitarle sin previo aviso su cámara y luego anuló todas aquellas imágenes que fueron capturadas en el momento de la desocupación del inmueble, impidiendo así el trabajo periodístico.
Por más de una media hora, los representantes del medio tuvieron que esperar que les fuese devuelto su equipo fotográfico, señalando que esa era la orden que les habían dado.
Mairy Chourio / mchourio@diariolavoz.net / @mairychourio