Los venezolanos recibieron hoy expectantes y haciendo cálculos sobre el efecto que dejará en sus presupuestos la devaluación de casi un 32 % en su moneda, mientras el Gobierno inició acciones para evitar alzas apresuradas de precios.
La entrada en vigor del ajuste del cambio oficial de 4,3 bolívares por dólar a 6,3 bolívares se recibió con una Caracas que retorna de las fiestas de Carnaval, aunque con un mayor movimiento al tradicional en el comercio después de un asueto de cuatro días.
En la concurrida zona de Chacaíto, en el este capitalino, se observaban preocupados extranjeros interesados en conocer si las nuevas medidas modificarán el procedimiento para el envío de remesas a sus familiares, principalmente a Colombia.
Uno de ellos, Ladislao Murillo, un trabajador de 35 años, relató a Efe que antes invertía alrededor de 1.390 bolívares (220 dólares al cambio actual; 323 dólares a 4,30 bolívares) en el envío de uno de los tres cupos permitidos para las remesas familiares. «Esto también va a afectar a mucha gente que antes tenía a duras penas para colocar ese cupo y ahora con esta alza va a haber muchos que van a perder el cupo», lamentó.
En la misma tónica se pronunció Sara Zambrano, una empleada doméstica que aseguró que desde hace seis o siete años le hace llegar fondos a su madre y su hijo en Colombia. «Nos ha venido un aumento más o menos alto para lo que uno gana», aseguró esta mujer, quien señaló que ahora le toca «poner un poco más de dinero».
Admitió, no obstante, que es la «única forma de que le rinda un poco más el dinero» ya que, aseguró, en la frontera entre ambos países el bolívar «está muy bajito» frente a la moneda colombiana.
En las tiendas de esa zona, caracterizada por la nutrida presencia de comercios y un constante ir y venir de transeúntes, eran varios los que se acercaban a observar los artículos y otros a preguntar precios, aunque no eran notorias las compras de última hora.
Un encargado de una tienda que pidió no ser identificado dijo a Efe que en este día se veía un número mayor de clientes al que usualmente llegan tras un feriado, pero indicó que principalmente observaban los precios, cuya alza descartó por ahora.
«Lo que se ha hecho es ajustar los precios al mercado. Yo tengo un dólar, me cuesta tanto; yo con ese dólar puedo comprar ese tanto. Lo que tiene que hacer el Gobierno es sincerizar los precios, los costos», declaró, por su parte, Jorge García, un abogado jubilado.
Tras comprar en un reconocido supermercado achacó a la «especulación» el hecho de que durante el pasado fin de semana no había algunos productos y que hoy halló los estantes surtidos. «Agarran los artículos los guardan para incrementar los precios», advirtió García.
Tibisay Guillen, una docente de unos 50 años, apuntó que la devaluación afecta a todos. Advirtió sin dar detalles que «ya los productos han subido de precio» y se quejó de la escasez que obliga a los venezolanos a «peregrinar» en búsqueda de artículos.
«La gente está interesada en cuánto va a quedar ahora su salario, cuál es exactamente la devaluación de nuestra moneda», dijo a Efe Florida, una comerciante informal que hoy ofrecía en 20 bolívares (3,17 dólares) una copia de la Gaceta Oficial en la que hoy apareció publicado el decreto con las nuevas disposiciones cambiarias.
Durante la jornada, el Instituto para la Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios (Indepabis) puso en marcha operativos en distintas zonas para verificar los precios e incluso una tienda por departamentos fue cerrada preventivamente durante 72 horas y se le impuso una multa por un ilícito de «usura».
«Le hacemos un llamado a toda la ciudadanía para que no realicen compras nerviosas, para que no compren productos que no necesitan», pidió la coordinadora de Indepabis en el estado Miranda, Osiris Pacheco.
EFE