Nuevos interrogantes se plantearon el jueves acerca de la influencia que el papa Benedicto XVI ejercerá sobre su sucesor después que el Vaticano confirmó que el asesor más cercano al pontífice seguirá atendiéndolo como secretario privado mientras dirija la nueva Casa Pontificia.
Por segundo día, Benedicto envió un mensaje a su sucesor y a los cardenales que lo elegirán acerca de la dirección que debe seguir la Iglesia católica después de su retiro. Aunque estas declaraciones fueron claramente consideradas el «canto del cisne» de Benedicto antes de retirarse, la influencia que seguirá ejerciendo en el futuro es objeto de intenso debate.
La renuncia de Benedicto a partir del 28 de febrero crea una situación inusual —la primera en 600 años— en la que la Iglesia tendrá un Papa en ejercicio y otro retirado. El Vaticano ha insistido en que Benedicto dejará de ser Papa exactamente a las 8 de la noche de esa fecha, para dedicarse enteramente a una vida de plegarias.
Benedicto así lo confirmó el jueves durante una audiencia de despedida frente a algunos miles de sacerdotes que viven y trabajan en la diócesis de Roma, diciendo que permanecería «escondido» del mundo durante su retiro.
«Aunque me retiro ahora en la oración, siempre estaré cerca de vosotros y estoy seguro de que ustedes de mí, aun después de permanecer oculto para el mundo», dijo a los religiosos.
Pero el Vaticano confirmó que el secretario privado de Benedicto, monseñor Georg Gaenswein, de 56 años, seguirá en ese cargo y vivirá junto con él en un monasterio en los jardines de la Santa Sede. Además irá a trabajar todos los días en el Palacio Apostólico, donde es prefecto de la Casa Pontificia, un cargo que ejerce desde hace solo dos meses.
Esa tarea dual parece alimentar las preocupaciones manifestadas en privado por algunos cardenales de que Benedicto —al permanecer dentro del Vaticano y tener a su confidente trabajando para el nuevo pontífice— seguirá ejerciendo al menos alguna influencia sobre el nuevo papado y el gobierno de la Iglesia católica.
Sobre este conflicto potencial, el vocero del Vaticano, Federico Lombardi, dijo el jueves que la tarea del prefecto es muy técnica, organizando las audiencias papales, y que no tiene un papel ejecutivo ni doctrinal. «En este sentido esto no será un problema profundo, según creo», afirmó.
Gaenswein ha sido secretario privado de Benedicto desde el 2003, después de haber trabajado algunos años en la Congregación para la Doctrina de la Fe, que Benedicto dirigió antes de ser proclamado Papa en el 2005. Siempre está al lado de Benedicto, sosteniéndole las gafas, viajando junto con él en el papamóvil durante visitas al exterior, caminando junto con él.
El nuevo Papa puede reemplazar a Gaenswein en cuanto sea elegido, y se ha rumoreado que Gaenswein podría ser designado arzobispo en su Alemania natal.
AP