Afirmó Jorge Botti que lo anunciado por el gobierno no fue un paquete porque no estuvo acompañado de otras medidas para compensar la pérdida de poder adquisitivo y para producir
Jorge Botti, presidente de Fedecámaras, aseguró que la medida de ajuste de la moneda fue una simple devaluación con carácter fiscalista y en un día el gobierno cuadró sus cuentas.
Indicó que durante el actual gobierno se ha venido devaluando cada dos años en promedio, pero que como novedad esta vez se hace con un precio petrolero alto, lo que pone en tela de juicio el modelo económico.
Afirmó Botti que lo anunciado por el gobierno no fue un paquete porque no estuvo acompañado de otras medidas para compensar la pérdida de poder adquisitivo y para producir.
Indicó que ninguna economía que está bien devalúa y teme que la medida pueda significar una caída y no un crecimiento. En su opinión, la decisión podría acarrear una contracción y llevar el crecimiento a 0 ó a 1%.
Botti dijo que el sector privado sabe de las discusiones internas en el gobierno para la creación de un mercado paralelo y que se hará inviable seguir si no se abre.
Señaló que el PIB tras la medida será 32 veces menor y que el salario mínimo ahora será inferior con la devaluación, reseñó Globovisión.
El presidente de Fedecámaras apuntó que el año pasado se hizo crecer en 60% la masa monetaria y nadie quería decir que “la fiesta estaba a punto de acabarse” y que ahora llegó la factura y todos los venezolanos tienen que pagarla.
Botti manifestó que hay que revisar los precios controlados.
FMI espera que Gobierno
elimine restricciones cambiarias
El Fondo Monetario Internacional (FMI) saludó la devualación de la moneda en Venezuela, como un intento positivo por reducir los desequilibrios macroeconómicos, pero instó al Gobierno Nacional a continuar eliminando las distorsiones cambiarias.
«Saludamos las medidas anunciadas por las autoridades venezolanas (…) que pueden ayudar a reducir los desbalances macroeconómicos», señaló el portavoz de la entidad, Gerry Rice, en rueda de prensa.
La devaluación del bolívar, de 4,30 a 6,30 unidades por dólar, entró en vigor el miércoles, como una medida del gobierno para aliviar el déficit fiscal (16% del PIB), puesto que el Estado contará con más bolívares por las ventas de crudo por las que obtiene 96% de las divisas que recibe.
Desde 2003 rige en Venezuela un férreo control de cambios establecido por el gobierno de Hugo Chávez, en un intento por frenar la fuga de capitales, y desde entonces la moneda ha sido devaluada cinco veces por el Ejecutivo.
«Creemos que se puede hacer más y alentamos a las autoridades a continuar con sus esfuerzos en remover todas las distorsiones del sistema de cambio», dijo Rice.
AFP